Ahmena y Dhivano [Terminada]

26.-¡El dulce amargo del amor que ha florecido en los corazones!"

Ya Ahmena había regresado al campamento estaba perturbada puesto nuevos sentimientos estaban dentro de ella así que decidió expresarlos a su madre lo que sentía y deseaba realmente:

—Mamá, Nantes es tan bonito sabes, visitare cada rico del pueblo y el próximo año en su fiesta llevare un antifaz y....—Ahmena no había terminado su frase cuando su madre la interrumpió.

—Pues Ahmena espero no hayas olvidado que no tendremos que ir apenas des tu espectáculo al Rey.

Enseguida el corazón de Ahmena se llenó de una emoción negativa, la sorprendió de repente aquella verdad.

—es verdad no había pensado en eso ¿mamá que pasara cuando nos tengamos que ir? ¿realmente tendremos que irnos no es verdad? —cuestionaba de manera de poder regresar a su realidad.

—pues pasara lo de siempre, irnos viajar con la diferencia que esta vez nos iremos y descansaremos de esto un buen tiempo, ya después veremos cuanto tiempo has de dejar esto, recuerda que te lo prometí—exclamo Luba con sentimiento de compromiso.

—ah y no habría la posibilidad de quedarnos—recalco a su madre.

—ohm –esta extrañada le pregunto—¿porque la pregunta Ahmena? Tú fuiste la primera en decir que ya estas harta de esto y que querías un descanso ¿ahora por qué el cambio?

Ahmena no buscaba como justificar su respuesta así que solo se limitó a responderle

—no sé en realidad, pero lo que si te puedo decir madre es que Nantes es tan hermoso y sobre todo su hermoso rio Loira y pues bueno, no me gustaría irme de este hermoso lugar tan pronto y sabes me gustaría que aquí nos estableciéramos.

Luba con una voz fuerte y molesta dijo:

—¡no, Ahmena no! No nos quedáremos aquí solo venimos por un trabajo y nada más ¿entiendes? nada más. —muy alterada Luba termino su frase llena de miedos e inseguridades.

—Mamá tranquila solo era una sugerencia—dijo Ahmena con voz suave por que no desea alterar a su madre— veo que estas molesta saldré un momento afuera ¿está bien?

—está bien Ahmena y disculpa y no te acuestes tarde ¿está bien? —uva trato de tranquilizarse no quería que su hija notara que no era el deseo de Ahmena o el lugar si no que se pudiera saber aquel secreto que le ha guardado por tantos años.

—no mamá no te preocupes, en un rato entro a dormir, buenas noches por si cuando regrese no estas despierta.

—igual Ahmena buenas noches

Ahmena salió y se quedó sentada observando el cielo de la noche que abrazaba todo el lugar solo escuchaba el cantar del búho y de la cigarra en el lugar y se dijo:

—es verdad no había pensado aun en que no me quedaría aquí toda la vida, que mi estancia sería tan solo unos meses, pero no pensé encontrar a esa persona tan especial aquí. ¡Oh cielo hermoso, hermosa Luna! quisiera un milagro pido a gritos en silencio, quedarme aquí porque he encontrado al fin a esa persona, que no creí encontrar, a esa persona que mi corazón me dice que es el que tanto había esperado quisiera que el tiempo no avanzara, ¿pero qué hacer? solo me queda tan poco tiempo.

Mientras la joven Garis miraba al cielo pensando en que pasara en otro lugar, el joven llego a su hogar en la habitación de los sirvientes de esta salió una mujer cuarentona con los cabellos algo canosos, pero con una dulce expresión está el alzo y le dijo:

—madre estoy muy feliz...

—ya bájame muchacho, ya bájame—le golpeaba los hombros con la mano—