El Príncipe yacía en su cama no le había pasado nada más que un susto, puesto que no estaba lastimado y despertó al día siguiente totalmente respuesta , era el día de su coronación su padre le había ordenado a los sirvientes que al penas despertara le avisaran y así lo hicieron entro a su habitación de su hijo que estaba vistiéndose con las ropas ceremoniales en lo cual consistía en una camisa como ropa interior, y luego 2 túnicas superpuestas, que terminaban con el bies por la parte inferior, ceñido al cuerpo hasta la cintura (jubón) y que luego se ampliaba en volados, Era abotonado y decorado con bordados. También usaba una túnica de talares de color rojo con las orillas de color blanco e incrustado en ellas piedras preciosas, llamadas así porque llegaban hasta los talones estaba sujetado con listón dorado, En el cuello llevaba una especie de esclavina recibiendo el nombre de garnacha de igual forma adornado con exquisitos bordados. Al igual que sus clásicos pantalones tipo mayas que estaban pegados a sus piernas de color verde y sus botas de piel hechas con piel de ternero, que solo lo podían usar exclusivamente la realeza, como la túnica roja que representaba su linaje al igual que cinturones de cuero negro, para sostener la espada que se le sería entregada como símbolo de que estaba consciente del recibimiento de su papel en un futuro como próximo soberano del estado Francés el Rey entro y le dijo:
—Dhivano no hemos podido hablar de lo que ocurrido ¿dime por qué razón huestes de mí?
El Príncipe que se colocaba sus ropas ceremoniales le respondió:
— ¿porque será padre? ¿Acaso el Rey no lo intuye? ¿Será porque tú nunca me has demostrado afecto?, será ¿por qué solo tu Reino te interesa que yo recuerde? —le contesto de forma sarcástica—
El rey por su parte le contesto muy calmadamente
—hijo está bien entiendo esa parte, pero tú debes entender que un Reino necesitara de ti
—otra razón más por la que hui...
— ¿otra razón? —le pregunto algo sorprendido a su hijo el rey.
El príncipe al ver que su padre estaba sorprendido por su comentario le confeso a la verdad;
—si huía de todo esto, la verdad no quiero ser Rey en un futuro cercano.
El rey de nuevo con paciencia le dijo;
—hijo, te he educado para que tu aceptes, eso el día de mañana.
—tu no me has educado, lo han hecho los sirvientes, no tú, así que no te des méritos de algo que no has hecho en ningún momento Rey Louis Edouard de Urbinio—le recrimino ampliamente a su padre—
El rey que estaba paciente en ese momento y escuchar que su hijo le recriminaba le dijo;
—hijo no me hagas enojar. Es tu destino ser Rey y no podrás huir de él.
El joven príncipe se giró enfrente al espejo que tenía en su habitación de color dorado y miro su reflejo en este y acepto su realidad;
—lo sé, ahora lo sé, no pude irme lejos de aquí, donde sea, sea quien sea de otro Reino me perseguiría, por el simple hecho de ser un Príncipe, el futuro Rey francés el próximo heredero de la corona.
El rey al notar la tristeza en la palabra de su hijo se acercó y le comento;
—lo sé, sabes ¿por qué salí a buscarte? —dijo con voz delicada— Porque realmente no podría concebir la idea de perderte no podría hacerlo, ¿de qué me serviría un Reino si tú no estás?
Esas palabras sacudían al príncipe puesto sabía que su padre era una persona muy fría en su sentimiento es cuando aprovecho para preguntarle.
—si tanto te importo como dices ¿porque nunca estas o mejor dicho porque nunca has estado? ¿Porque están importantes otras cuestiones reales, que yo?
ESTÁS LEYENDO
Ahmena y Dhivano [Terminada]
Historical Fiction¿Alguna vez oíste de la Maldición de la Luna Negra? Conoce la historia del amor de Ahmena y Dhivano, dos amantes unidos por el destino y esta maldicion uno viene de la opulencia, el lujo y, sobre todo del rechazo de su padre. La otra viene de la pob...