Al fin llego el día de la ansiada fiesta el día en que los jóvenes cumplían ya 21 años, el Reino se vistió de gala el palacio era sumamente hermosa más que otra veces ya que el Rey Louis Edouard había preparado todo para su invitados era un día por primera vez lleno de alegría, el mando a poner los adornos más hermosos, pidió la comida más exquisita, las bebidas más finas y los manteles de seda más finos para las mesas, era un día muy esperado por el Rey él lo había asesorado todo en esa fiesta, ya que asistiría hasta la familia de Ahmena el Rey recibió con muchas ansias a la joven Ahmena que venía junto a su familia, y este le dijo:
—qué bueno que aceptaron mi invitación sobre todo usted bella dama que hoy se ve sumamente hermosa y veo que luce espectacular.
—gracias es un placer su Majestad.
—vengan es por aquí el gran salón, ya que todos esperan el ansiado gran baile.
El Rey acomodo a sus invitados y la joven Ahmena, y esta pregunto por su amado Dhivano:
—su Majestad y ¿su hijo no vendrá acompañarnos? —pregunto Ahmena ansiosa de ver a su amado—
—por supuesto que sí, pero el en estos momentos debe estar en su habitación, si me disculpan iré a buscarlo.
El Rey salió para dirigirse al cuarto de su hijo más bien a tendiendo el deseo de la joven más que por el hecho de ir a ver a su hijo, el Rey Louis Edouard entro a las habitaciones del joven y miro a su hijo y le dijo:
—hijo veo que ya estas casi listo.
—y ¿ese milagro padre? ya que usted, jamás entra por entrar ¿se le perdió algo? —le decía de forma retadora como era usual que le contestara.
—Dhivano no puede ser que el día de tu cumpleaños sigas siendo tan soberbio trato de acercarme a ti y no me lo permites como siempre.
— ¿acercarte? por favor no me hagas reír—enseguida como de costumbre le reprocharía— cuando en mis 21 años de existencia quisiste, tan siquiera acercarte a mi ¿cuándo? no tengo ningún recuerdo de ello ninguno solo, únicamente el de un padre frio cruel y encerrado en sí mismo esos si los tengo bien presente.
—Dhivano veo que en eso eres idéntico a mí—el rey en vez de pelear como era habitual por la gran felicidad que la estaba dentro del cambio su actitud y contesto— yo soy muy orgulloso al igual que tú, así que me alegra que tu hayas heredado eso de mi aparte del Reino que algún día será tuyo, así que me retirare, solamente venia decirte que espero realmente no te hayas molestado, que también la joven Ahmena este celebrando su fiesta contigo y de que ella está esperándote en el salón, es curioso ambos cumplan casi el mismo día.
Dhivano sintió que su padre se refería a ella como algo más que una simple joven tan solo sintió en ese momento las ganas de preguntarle ¿porque de esa alegría?, en sus palabras cuando se refería a ella así que decidió insinuarle algo para saber que deseaba el de ella para aclararse algunas dudad y confirmar que Ahmena se equivocaba y el Rey no la veía como un padre con un cariño semejante al de una hija, pero por esa misma razón el joven le pregunto.
—será ¿que por otro motivo poderoso usted le hizo esta fiesta?
—aquí te refieres ¿Dhivano? —respondió el rey.
—padre no se haga el tonto—el joven escupía a la cara de su padre su molestia desea saber por qué aquel hombre se comportaba de es amanera delante de su amada— la trata de una forma muy especial, a veces me atrevería a decirle que es algo más que una simple simpatía hacia ella.
—mira Dhivano no voy a discutir contigo tonterías, esa joven solo me agrada porque es muy buena en lo que hace, no tengo ninguno otro motivo más que el de ser servicial, eso es todo.
El Rey no podía demostrar su amor que sentía por la joven, sabría que si lo hacía se vería muy comprometido y eso en cierta forma no era correcto para un Rey por el momento, pero de apoco avanzaría ese amor hacia la joven y no evitaría sentir una inmensa pasión hacia ella que le valdría su estatus como Rey delante la sociedad francesa, ni el mundo entero. El joven no se tragaba ese cuento de su padre así que le dijo:
—vaya no sabía que un Rey podría rebajarse al tal grado por unos gitanos, por una clase inferior.
El Rey molesto le contesto:
—Dhivano mira no quiero discutir hoy—trataba de tranquilizarse y no salir de sus casillas— así que solo vine porque la joven Ahmena pregunto por ti, De todas maneras, Dhivano te espero abajo ¿está bien? no te molesto más, es tu decisión, si quieres bajar o no.
——está bien padre, está bien, como usted ordene bajare porque a pesar de todo es mi cumpleaños.
—entonces está bien te veo abajo Dhivano, me retiro.
El Rey salió de la habitación de su hijo, se sentó en la mesa donde estaba la joven Ahmena con su familia.
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Ahmena y Dhivano [Terminada]
Historical Fiction¿Alguna vez oíste de la Maldición de la Luna Negra? Conoce la historia del amor de Ahmena y Dhivano, dos amantes unidos por el destino y esta maldicion uno viene de la opulencia, el lujo y, sobre todo del rechazo de su padre. La otra viene de la pob...