Habían pasado ya 2 días se habían cumplido el Rey le mando ordenar al Canciller Leonilo publicara en todo el Reino sobre el enlace real como lo había proclamado el Rey este con el único fin que le legara oídos de la joven Ahmena, y ese plan daría resultado puesto que la noticia le llego al hermano de Ahmena Donatien, que estaba en el pueblo en la compra de los víveres que les hacía falta el escucho, el comunicado de los sirvientes que daban en aquella plaza principal del pueblo este dijo:
—todo ciudadano de Nantes y sus alrededores el Rey ha enviado un decreto real, que es el de que nuestro honorable Príncipe Dhivano de Urbinio se casara mañana en la tarde, con una noble de la familia de los Lacanters, así que le pedimos a tintamente que cada poblador de Nantes y de sus alrededores que nos acompañe a la iglesia del pueblo para que todos sean testigos de ver esta unión.
El joven al escuchar aquellas palabras no dudo en decírselo a su hermana y le pregunto aquel hombre que había leído el decreto, si era verdad lo que él había dicho:
—disculpe ¿es verdad lo que mis oídos han escuchado alcanzar?
—si honorable caballero nuestro Rey Louis Edouard de Urbinio ha mandado a decir a todo el pueblo de Nantes y sus alrededores, que su hijo se casara mañana por la tarde en nuestra iglesia del pueblo y esperamos contar con la presencia de todo poblador de Nantes y lo comuniquen a quien pueda.
—gracias le agradezco la noticia.
—no hay de que iré a avisar a los demás que pueda.
El joven Donatien solo se dijo a sí mismo:
—no puede ser lo sabía el Príncipe dejare burlada a mi hermana, sabía que no deberíamos confiar en el por esa razón hace días que no va a ver a mi hermana, debo comunicárselo cuanto antes a Ahmena, no debo perder tiempo por ello.
El joven subió sus cosas y tomo enseguida su caballo y se dirigiría directamente hacia su hermana el cual no dudaría en decirle lo que acababa de saber,
Agarro y galopo lo más rápido a su caballo, con la esperanza de descantar a su hermana y decidiera dejar al Príncipe Dhivano y con la esperanza que este hombre tenía no esperaba más tiempo para poder decírselo y así eliminar todo el amor de su hermana Ahmena por el Príncipe Dhivano que sentía, galapo veloz...llego al fin al campamento bajo presuroso y corrió hacia su hermana que estaba con su madre y padre preparando los últimos detalles de la boda.
—Ahmena que bueno que te encontré.
—que pasa Donatien ¿por qué vienes tan agitado?
—es para darte la noticia que está corriendo en todo el pueblo de Nantes.
— ¿de qué noticia hablas?
El joven se dirigió a su padre y le dijo:
—padre no debes dejar que le vean la cara a Ahmena, el Príncipe Dhivano nos vio la cara a todos
— ¿de qué hablas hermano? dime ¿de qué hablas?
—si hijo dime ¿por qué dices eso?
—padre Ahmena no debe casarse con el Príncipe es un sinvergüenza su fama de mujeriego es cierta, no es más que un vulgar aristócrata que se burla de las jóvenes tontas, como mi hermana.
— ¿Por qué dices eso Donatien?
—Ahmena el Príncipe Dhivano, acaba de anunciar su compromiso, se casará con una noble mañana, lo andan anunciando los voceros del Rey, es un decreto real lo han dicho a todo el pueblo sobre su matrimonio que tendrá mañana con una noble francesa en la iglesia del pueblo.
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Ahmena y Dhivano [Terminada]
Historical Fiction¿Alguna vez oíste de la Maldición de la Luna Negra? Conoce la historia del amor de Ahmena y Dhivano, dos amantes unidos por el destino y esta maldicion uno viene de la opulencia, el lujo y, sobre todo del rechazo de su padre. La otra viene de la pob...