Ahmena y Dhivano [Terminada]

17.- "El príncipe; ¡y su gran rechazo a su Coronación!"

El tiempo seguía pasando el Príncipe era educado como todo un Príncipe, y como todo un futuro Rey tanto en el adiestramiento de la espada, al igual que era educado bajo tres conceptos primordiales el tratar de ser un ser perfecto, virtuoso ante todo ser justo y con gran inteligencia, para estrategias militares todas las tardes un padre educaba al joven en teología al igual que tenía maestros que le enseñaban leer y escribir, el Canciller Leonilo hacia muy bien su trabajo el joven ya iba a cumplir 17 años y según la costumbre de los Urbinio que cuando un hijo nacido varón que ha de cumplir esas edad se debe dar una fiesta en su honor llamada "La Coronación de Legitimidad Real" donde ante toda Francia será coronado como el Príncipe oficialmente y eso indicaba que el seria el próximo sucesor del Rey ,obviamente el Rey tenía un enemigo que deseaban eliminarlo para poder tener su corona así que el primo lejano Carlos de Lancaster, el cual tiempo atrás ya había externado anteriormente al Rey y a su hijo Dhivano que deseaba la corona, y el cual era un hombre muy déspota y loco que también perseguía igualmente a los gitanos y los detestaba, y en los territorios que el Reinaba, no admitía a ninguna clase de persona que profesaba las costumbres gitanas, por considerarlos un pueblo inferior y de malas costumbres escandalosas, el los veía como la peste y el cual haría cualquier cosa por ocupar el trono del Rey Louis Edouard de Urbinio y últimamente se la ocurrido raptar al Príncipe Dhivano para poder tener así la sucesión y también sentía que se merecía el trono más que nadie ya que era el único pariente cercano de los Urbinio y también pretendía que tenía la suficiente experiencia para dirigir una nación, puesto Reinaba parte de los territorios del Reino ingles bajo el ducado de "Los Befordy".

Ya en la vida cotidiana El joven Príncipe no le gustaba ir a sus lecciones siempre se escapaba y prefería ir al pueblo vestido como un joven cualquiera a visitar o ir al rio Loira donde se pasaba horas sentado mirando el hermoso rio y entrenando con su espada largas jornadas junto a las flores, los árboles o naturaleza que hacían ahí, el joven día con día sentía que no quería esa vida, de un Reino ya que la sentía vacía su padre nunca estaba, solamente los sirvientes que eran los que lo atendían y se preocupaban por él, el Canciller Leonilo sabía perfectamente en los lugares donde el Príncipe le gustaba ir, a veces él se a parecía ahí para acompañar al joven Príncipe, él se había escapado de sus clases de teología ya que le parecía muy aburridas, decidió entonces irse al gran y majestuoso rio Loira donde desde pequeño se escapaba para entrenar o ir a nadar en él. Algo que había aprendido muy bien y rápidamente era montar a caballo; era algo que hacia perfectamente. Así que se subió a su caballo y llego aquel rio ya pasado un rato el Canciller Leonilo fue el que apareció en el lugar y este le dijo:

-Veo que, como todas las tardes, usted está aquí, Príncipe Dhivano

-Ha Canciller Leonilo es usted ¿y ese milagro que está aquí? -le pregunto el joven príncipe al canciller.

-Así es, vi que no asistió a sus clases de teología-le respondió el canciller al príncipe-.

-La verdad me aburre todo eso, y no solo eso, en realidad me aburre absolutamente todo lo que tenga que ver con el Reino de mi padre.

- ¿Cuantas veces le he dicho que es su responsabilidad?

-Muchas veces, pero me encanta llevarle la contraria, -Dijo en tono de burla-es parte de mi personalidad

-Es verdad, pero por favor príncipe ya debe de madurar, tener más conciencia de las decisiones que toma. -dijo Leonilo seriamente.

-para que yo sea más consciente usted debe respete mi decisión de no asistir más a mis clases de teología, por favor, son tan aburridas- supero y le dijo el príncipe a Leonilo con tono en su voz de aburrimiento -

- ¿Por qué dice eso Príncipe Dhivano? ¿Por qué le ha de aburrir el prepararse para ser un gran Rey? - le recrimino al joven príncipe con sus preguntas.