13.- "El Príncipe y los Gitanos"

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 El joven príncipe ya era todo un joven ya habían pasado cerca de 3 años desde aquel episodio donde su padre lo golpeó hasta hacerlo sangrar. El hombre para que no se repitiera de nuevo aquel episodio mandó a llevar todos los cuadros hasta otro lugar al igual que prohibió a la ama de llaves tener la llave de aquella habitación así que solo él la tendría. Ya había pasado el tiempo el niño ahora era un joven, aunque debería odiar a su padre no lo hacía, pero si no deseaba el título de noble que poseía en sus hombros. Nadina siempre le decía y lo aconsejaba que amara a su padre, sobre todas las cosas, esta trato de hacer que no se convierta en un monstruo como lo era su padre. Claro que esta nunca olvido aquellos golpes que le dejaron huella al Príncipe trato de convertirlo en un hombre con sentimientos y que este no creciera con odio, el chico ya era un joven muy amable y dulce claro que muy audaz, ágil y valiente un muchacho hecho y derecho. El joven Príncipe ahora tiene 15 años de edad, su padre que muy pocas veces le dedicaba tiempo y este tiempo que le dedicaba trataba de darle sus ideologías como su madre, abuela de Dhivano lo educo odiando a castas inferiores o gente que no tenga sangre real, el Príncipe por su contrario trataba de tratar a todos por igual puesto a escondidas de su padre este se escapaba para ir a los pueblos y relacionarse con chicos y gente comunes del poblado de Nantes. claro ayudado por la sirvienta Nadina que entendía que el necesitaba llevarse con chicos de clases inferiores a él, para que este un día pueda ser un Rey que entendiera a su pueblo.

El Príncipe como en todas sus tardes le pedía a su cómplice la sirvienta Nadina lo ayudará a escaparse para irse al pueblo donde disfrutaba de la compañía de jóvenes de su edad pronto se cruzaría con un grupo de gitanos donde el conocería como su padre el Rey Louis Edouard de Urbinio nunca le permitirá relacionarse con ese tipo de gente. Como siempre llego a la cocina y con su voz juvenil y un poco gruesa ya no la de un niño puesto ya era un joven este le dijo a su nana Nadina:

—Madre ¿Conseguiste lo que te pedí?

La sirvienta un poco nerviosa le dijo:

—Si Príncipe Dhivano sabes que si ¿Pero estas seguro de lo que quieres hacer?

— ¿Por qué lo dices madre?

—Disculpa que te lo diga, pero es muy arriesgado si tu padre te descubre se va enojar muchísimo.

—Madre ya lo sé, pero quiero ayudar a esas personas aparte me dijeron que llegara un grupo de bailarines que son gitanos y quiero ir a verlos nunca he visto uno y quiero saber cómo son otro tipo de gente, no creo que haya algo malo en eso ¿O sí?

—Por supuesto que no Príncipe Dhivano, pero tu padre no soportaría saber que ayudas a gente necesitada y menos podría soportar que quieras relacionarte con gitanos, tu padre los detesta.

—Bueno, pero yo no soy mi padre y yo no los detesto.

— ¡Ay Príncipe! no sé cómo es que me convence para ayudarlo siempre.

—bueno entonces hoy me ayudaras como siempre.

—Sí, le conseguí las ropas que me pidió, pero solo le pediré algo tenga cuidado por favor, tengo temor que su padre lo descubra.

—Bueno entonces veré que no me descubra es lo que me queda por hacer, no te preocupes por eso mamá Nadina.

La sirvienta Nadina le dio aquellas ropas al Príncipe Dhivano y este enseguida se cambió.

—Muy bien y ¿Cómo me veo?

—Te ves encantador hijo, puedes pasar como cualquier joven del pueblo.

—Muy bien madre te dejo vuelvo en la noche cualquier cosa tu cúbreme y di que fui a mis entrenamientos.

—Por supuesto hijo no te preocupes, no diré nada sabes que no podría delatarte y más que por ti lo pienso por tu padre recuerda como es cuando se enoja.

Ahmena y Dhivano [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora