El sol salió, Dhivano observo a su amada que estaba totalmente dormida y dijo:
— Ahmena amo tanto tu esencia que siempre me hace tener presente lo indispensable que eres para mí y con tan solo mirarte lo confirmo una y otra vez.
El joven acaricio su rostro con los dedos de la mano y beso la frente a su bella amada y después pasó estos en el cuerpo desnudo de la joven, ahora sabía que Ahmena era plenamente suya, que ya era su mujer a la que daría su vida misma si fuera necesario.
Ahmena despertó y le sonrió el sol había salido y esta le dijo:
—Buenos días mi amado Dhivano.
— ¿Cómo amaneciste? —le pregunto dulcemente—
—siento como si estuviera en las nubes—le acaricio los cabellos de su cabeza—, pero sabes tengo miedo.
— ¿miedo de que?
La joven se levantó y apoyo su espalda a la pared de la cama.
—de que este sueño termine en cualquier momento porque no se ¿Qué pasara ahora mi amado Dhivano? Ahora que te entregado mi virginidad ya no soy digna ni el orgullo de mi familia y para mi pueblo gitano entregarse antes del matrimonio es el peor pecado—dijo la joven con mucha vergüenza por que a pesar de que amaba a Dhivano, sus valores luchaban internamente para hacerla sentir de esa manera.
— ¿Entonces te arrepientes Ahmena de lo que paso?
—No Dhivano, no me arrepiento, porque mi amor por ti es honesto y sé que de la misma manera es tu amor hacia mí, pero mis valores la manera que fui educada luchan internamente creo que es eso, el saber que defraude a mi familia.
—te entiendo Ahmena, pero para nada eres una deshonra, aunque tu pueblo te juzgue yo estaré contigo pase lo que pase y te prometo que nadie te vera con ojos que no sean de una digna mujer gitana.
Ahmena lo abrazo, pero al tocar su espalda recordó que anoche sintió unas cicatrices en su cuerpo tenia curiosidad de cómo se las había causado y le dijo:
—amor desde anoche quería saber por qué tienes esta cicatriz en tu cuerpo ¿Cómo te las provocaste?
Su cara del Príncipe era de molestia, no por lo que le preguntaba su amada si no por el hecho de recordar su pasado.
—no me las hice, me las hicieron. — el joven se sentó en la orilla de la cama pensativo como queriendo bloquear aquellos recuerdos que lo asaltaban.
—pero ¿quién te habrá golpeado de esa manera para haberte dejado esas marcas en tu piel? —pregunto insistentemente la joven.
—mi padre Ahmena—le contesto con suma tristeza el joven ya que sentía vergüenza de contarle lo curul que podría llegar hacer le monarca con su propio hijo.
— ¿tu padre te hizo esto?
—sí, así es—le confirmó a la joven gitana.
— ¿y por qué te las hizo? —preguntaba Ahmena.
En ese momento al ver los ojos de su amada sabría que ella no dejaría de preguntarle hasta saber más, decidió en ese momento hablarle de aquel capítulo de su vida donde la ruptura de su relación con su padre comenzó.
—mi padre es un ser muy frio, cruel y egoísta, me las hizo por que tan solo una vez quise entrar a las habitaciones de mi madre y por haberlo hecho me castigo de esta manera, casi me mataba solo porque Leonilo lo detuvo si no estuviese muerto, ese maldito me hubiera matado, desde que nací solo he recibido de parte de él, su indiferencia, solo he crecido vacío del amor de él y sobre todo en una gran soledad.
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Ahmena y Dhivano [Terminada]
Historical Fiction¿Alguna vez oíste de la Maldición de la Luna Negra? Conoce la historia del amor de Ahmena y Dhivano, dos amantes unidos por el destino y esta maldicion uno viene de la opulencia, el lujo y, sobre todo del rechazo de su padre. La otra viene de la pob...