Todo había cambiado desde que la fantasía se volvió en el delirio más fuerte de Élisabeth.
Además de esos incógnitos sueños donde merodeaba con más frecuencia aquel misterioso sujeto. Y aunque, no sabía exactamente si aquello podía ser real, tenía algo muy significativo para ella.
Después de todo, la fantasía es algo fundamental para la creación artística. El arte, es algo qué ella adora más que nada en el mundo.
El chico de sus dibujos, la impulsaba a ser así.
La castaña dió un suspiro prolongado trazando una ultima linea sobre el lienzo con su fino pincel.
―No quiero desilusionarte Élisabeth, pero... ¿Y si él no existe? ―Mencionó casi en un aludido, aquel chico de piel pálida con cabello azabache detrás de ella, sacándola de sus pensamientos.
Finn Wolfhard, era su mejor amigo desde que ella llegó a la ciudad hace dos años. Él, tenía ondas largas hasta la nuca sueltas y maleables. Creando bonitos aspírales que enmarcan su rostro lleno de pecas, como pequeñas manchitas de granos de café por sus pómulos y respingada nariz.
A pesar de llevar minutos observándola pintar aquel rostro fino y sutil de un castaño de ojos verdes sobre la superficie plana, parecía ser eterno para él. Sin embargo, no le molestaba en lo absoluto verla o escucharla hablar de sus más puros anhelos.
Él la admiraba en todos los sentidos, contemplaba con interés y placer sus cualidades extraordinarias.
Finn, creía en qué los sueños tenían un significado. Pero, llevarlo a qué podía ocurrir en la vida real le parecía algo insensato y... Un poco fuera de sentido.
―Déjame vivir de ésto ―Replicó Élisabeth, después de unos segundos colocando el Godete de pintura sobre la mesa y se giró para mirarlo―: Tu lo dijiste, Finn. Cada persona tiene algo que las motive, su propia «fuente de inspiración» El chico de mis sueños y mis dibujos, es la mía.
―Lo sé. ―Dijo y, suspiró levantándose de la silla de madera y dió ligeros pasos hasta quedar frente a ella en mucho silencio.
Entonces, sus ojos marrones se enfocaron a los orbes cafés profundos de Élisabeth echando una ligera sonrisa melancólica.
―Y cuando estés en la cima yo voy a estar ahí, incluso, reprochándote las veces que te dije que sí podías llegar lejos.
Sonrió.
―Hace unos segundos acabas de darme a entender que no le hallabas sentido a ésto. Que pintar cada día al chico de mis sueños creyendo que algún día lo voy a conocer es algo tonto. Realmente me confundes ―Ella, soltó una risa.
―No dije que no te creía. Solo hice una pregunta, es algo muy diferente.
―Por supuesto que nuestro mundo sería muy grisáceo si no tenemos una pinta de color que nos haga vivir. Siendo así, todo nos daría igual y no tendríamos algo que nos motive a mirar la luz del día. ―Masculla entre si, girándose sobre su propio eje.
Y así, visualizando de nueva cuenta aquella pintura con el rostro de un chico que con sus propias manos había creado.
―Jamás hay que dejar de luchar por lo que realmente se quiere. ―Puntualizó.
―Tienes un muy buen punto, Élisa. ―Finn, se puso a su lado chocando ligeramente su hombro con el de ella observando la figura sobre el lienzo―: Yo también tengo un sueño, pero es uno de esos de los que jamás quisieras hablar.
―¿Cómo es posible tener un sueño y no querer decirlo? ―Frunció el entrecejo viéndolo confundida―: Éso es un poco... raro.
―Aveces tenemos miedo. ―Declaró después de unos segundos, cruzándose de brazos―. Claro, se supone que los sueños te atraen algo emotivo a tu existencia, pero si hablamos de mí -
Élisabeth, alza ambas cejas esperando a que prosiga.
―Olvídalo, no tiene caso.
―Dilo, por favor.
Entonces, Finn se quedó callado como si miles de pensamientos recorrieran su cabeza. Hasta que finalmente, decidió decírselo.
―Tengo miedo porque sé que no podrá ser real. Porque, tengo miedo de arruinar algo que con los pocos años me ha costado construir ―Su mirada se enfoca totalmente con la de ella―: Sólo me queda vivir de la felicidad de otros como si fuese la mía, como viven de ilusiones y al final yo no soy parte de ellas.
Y así, salió de la habitación dejándola con las palabras en la boca. Aunque, no tenía mucho que decirle. Élisa, era tan testaruda como para entender a lo que él se refería.
Quizás, trataría de descifrarlo con el tiempo.
* * *
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EL CHICO DE MIS DIBUJOS© [✔]
Fanfiction❝...sɪ ᴅᴇ ʟᴀ ғᴀɴᴛᴀsɪ́ᴀ ʜᴇ ᴠɪᴠɪᴅᴏ, ᴛᴜ́ ᴇʀᴇs ᴘᴀʀᴛᴇ ᴅᴇ ᴇʟʟᴀ ᴀᴜɴǫᴜᴇ ɴᴏ ʜᴀʏᴀs sɪᴅᴏ ᴍɪ sᴜᴇɴ̃ᴏ ᴄᴏɴᴄʀᴇᴛᴏ ᴅᴇsᴅᴇ ᴜɴ ᴘʀɪɴᴄɪᴘɪᴏ. ᴍɪ ᴀʟᴍᴀ, sᴇʀ ʏ ᴇsᴘɪ́ʀɪᴛᴜ sᴀʙɪ́ᴀɴ ǫᴜᴇ ᴘᴇʀᴛᴇɴᴇᴄɪ́ᴀɴ sᴏʟᴏ ᴘᴀʀᴀ ᴛɪ...❞ •✦───────────•✧ Élisabeth Wilson, es una joven carismática y apas...