EL CHICO DE MIS DIBUJOS© [✔]

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C A P I T U L O  6

Finn y yo, caminamos juntos sin rumbo alguno mirando a todas partes en bastante silencio, ahora más que nada tenemos que cuidarnos; nunca se sabe lo que Betty y su pandilla de vándalos son capaces de hacer. 

Tenemos la muy exacta posibilidad de ser expulsados del instituto. Mi madre va a matarme, y si se entera de lo que ella me hizo va a matarla a ella también, tengo miedo.

El espacio de silencio entre los dos era bastante incomodo, por si fuera poco, la escena del callejón rondaba por mi cabeza. Nunca me había sentido incomoda con Finn hasta ahora; me pregunto: ¿Él también tuvo esa misma rara intención que yo?

Lo observo de reojo; iba lo suficientemente callado como si los pensamientos lo consumieran por dentro, como si estuviese frustrado por alguna cosa. Noté que de su boca salían bajas palabras, frunzo el ceño confundida.

—¿Qué piensas? —me atrevo a preguntar—. ¿Está todo bien?

—Todo bien —muestra su pulgar—. Nada de qué preocuparse.

Así mismo, vuelve a mirar hacia el camino restándole importancia a todo, no me extrañó, era muy típico de el hacerse el loco en todas las circunstancias posibles.

Comienzo a jugar con mis manos tratando de no preguntar sobre el tema y dejarlo ir finalmente, era muy complicado, tan complicado como no querer arruinar una amistad con una simple frase.

Quise besarte ¿Sentiste lo mismo?

Imagino la escena en mi cabeza y a un Finn reaccionando con cara asqueada mandándome a la mierda, me espanté.

Agito la cabeza juntando los labios. Solté una risa nerviosa por aquellos pensamientos tan increíblemente bobos.

—¿De qué te ríes? —ahora él pregunta confundido. 

Ambos detuvimos nuestros pasos en medio de la acera. Finn está frente a mí con las manos en los bolsillos delanteros de su pantalón. Siento como el viento frío me recorre por las mejillas, trato de arreglar todo a mí criterio. No iba a explicarle la verdadera razón.

—Solo recordé la cara que puso Betty cuando le cayó toda esa basura —se sonrió divertido—. Estaba bastante indignada.

—Basura con basura —masculló jocoso haciéndome reír—. Pero estamos en muy serios problemas, me veo expulsado o mi año de preparatoria yéndose al carajo por culpa de ella.