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C A P I T U L O  28

É L I S A B E T H

―Éstoy seguro que tendrás muchos problemas el día de mañana ―habló Finn a través de la linea riendo―. Mierda, fué tan épico ¡Betty chillaba como si tuviese mal de rabia! ¿Como se te ocurrió?

―Instinto ―acompañé su risa―. Y no tendré problemas; mamá le dejó muy en claro al director que si su hija me molestaba de nuevo yo me iba a defender. Ella fué la grosera que comenzó todo ―suspiré e hice un pequeño mohín―. Por cierto, mañana ya es Lunes ¿Iras a clases?

―Por supuesto. Pasaré por tí. ―afirmó-

Sonreí. Me giré sobre mi cómoda cama dejando salir un poco de aire, Finn me había llamado como de costumbre desde la mañana ni siquiera, había puesto un pie fuera de la cama y ya estaba deseando dormir de nuevo. Todos los domingos quería quedarme en mí habitación, ver películas y comer hasta que se hiciese de noche ignorando a mi madre decir que era una floja perezosa.

Mi teléfono vibra por unos segundos y la pantalla alumbra con una notificación la cuál leo al instante. Aquel nombre hizo retumbar mi corazón casi saliéndome del pecho, dí un respingo sentándome en la cama de golpe.

―¡Finn, te llamo luego! ―avisé antes de colgar―. Tengo que hacer algo importante.

―¡Espera! ―me quedé callada escuchándolo―. ¿Puedo verte hoy?

―Es que... Y-yo... ―lamí mis labios. No podía rechazarlo otra vez, suspiré rendida―. Sí, puedes venir. Quiero contarte algo.

―Genial, entonces... Te veo en unos minutos.

―Vale.

Nos despedimos una ultima vez hasta dar por finalizada la llamada de voz. Dejo el móvil sobre mi pecho pensando muy discretamente como decirle a mi mejor amigo que no podía estar con él solo por el hecho que iba a salir con Jaeden, iba a enojarse y no quería otra pelea. No hoy.

Observo el techo blanco como si fuese mi único acompañante en mi solitario cuarto. Oigo ruidos en la planta baja provenientes de la cocina, era mamá preparando seguramente el almuerzo. «¡Almuerzo!» mi subconsciente me da una alerta y jadeo espantada al darme cuenta de la hora y del mensaje que tenía que contestar.

Tampoco quería verme desesperada por lo que tardé unos minutos más en responder mientras me cepillaba los dientes.

El celular volvió a sonar con una llamada mientras éste estaba sobre la tapa del escusado.

―¿Bueno? ―contesté con algo de dificultad por la espuma en mi boca―. Dame un segundo. ―escupí en el lavabo abriendo la llave. Volví al teléfono―. Jae, ¿cómo estás? Tanto tiempo sin hablar contigo.

―Hey ―saludó con aquel tono dulce y sublime de su característica voz que me hace delirar en mínimos segundos. Mi corazón salta como si fuése a explotar―. No dramatices, ayer hablamos casi todo el día ―soltó una risa que a la vez desata la mía nerviosa y torpe―. ¿Lista para nuestra salida de ésta noche?

―¿É-ésta noche? ―cerré la llave y sequé mi boca con una toalla estática en el lugar―. Creí que era en la tarde, no le he pedido permiso a mi mamá.

―¿Olvidaste lo que te dije en la feria?

Salgo del baño casi torturando mi mente en recordar con exactitud sus palabras. El recuerdo viene a mí cabeza como perfecta escena "¿Quisieras ir conmigo al baile que harán el domingo por la noche en la playa?" Retomó el celular con fuerza en mí mano oyendo su voz nuevamente.

―¿Sigues? ―inquirió haciéndome reaccionar―. ¿Aló?

―Lo siento, estaba recordando ―contesté caminando hasta la cama de nuevo sumergiéndome entre las sabanas―. Olvidé que era por la noche, si le he comentado a mamá pero le dije que sería por la tarde, usualmente no me deja salir a ésas horas sola.

―No estarás sola, irás conmigo... Además, nuestras madres son grandes amigas ―hice una pequeña mueca―. De todas formas pregúntale y si te dice que no le diré a mamá que hable con ella.

―O puedo decirle que iré con Finn ―sugerí dejándolo en silencio―. Me deja ir a todas partes con Finn sea la hora que sea, no dirá nada.

―¿Pero él no irá, verdad?

―Ahm, no... Solo me acompañará y le diré que le diga a mi madre que estoy con él ¿Que dices?

―Parece buena opción ―sonreí mordiéndome un poco el labio inferior observando mis manos―. ¿Estás ansiosa? Porque yo sí... Jamás he ido a uno de ésos bailes...

Sentí los nervios recorrerme a flor de piel. Que suerte que no estaba aquí mirándome con sus bellos ojos verdes, de ser así, moriría de vergüenza. Y es que, el no sabe que tampoco he ido a uno de ellos, era mi más grande sueño estar ahí.

Conocía mucho de aquel evento; se hablaba mucho en la ciudad y lo organizaban al principio del mes para darle bienvenida al verano; decían... Que en ése mes el amor era el único que retumbaba por lo que, prácticamente sería una cita... Dónde solo estaríamos el y yo una noche completa disfrutando el increíble ambiente fresco, él sabía que adoraba la playa más que nada en el mundo.

«Solo el y yo» Chillé internamente apretando la mandíbula para no gritar.

―Claro que lo estoy ―admití apretando los labios con fuerza para no dejar escapar alguna otra cosa que después pueda arrepentirme―. Espero que seas puntual ¿A qué hora te espero?

―Uhmm, ¿Seis y cuarenta? ―respondió más en tono de pregunta que como respuesta―. A ésa hora te veo en el parque, ya sabes... El más cercano...

―Vale... ―volví a sonreír aunque no pueda verme―. Ahí estaré...

―Te veré en unas horas entonces... ―oí su risa suave a través del pequeño micrófono―. Sé que... Debe ser muy pronto para decírtelo pero... Eres muy especial para mí...

Me quedo callada sintiendo miles de cosas revolotear por mí estomago. Era una sensación tan extraña que me recorría el cuerpo haciéndome temblar y sudar a la vez, estaba jodida, desde ahí lo supe.

―También te considero una persona muy especial ―murmuré con toda la pena de mi ser mordiendo mi puño―. Bien, te veré luego...

―Te veré luego ―repitió en tono dulce―. Adiós...

Dejo salir un pequeño suspiro cuando la llamada es finalizada. Ésto era como un sueño, quería saltar sobre mi cama cuál niña cuándo me notificaban algo bueno; estaba emocionada. Era mi primera cita seria con un chico y sentía que no estaba preparada ¡Oh, por Dios! ¿Que iba ponerme? ¿Y si éste día era mi primer beso?

No, no. Éso es ridículo Élisabeth, apenas están conociéndose. ¿Que te ocurre?

Sueno la lengua tratando de ser racional y comportarme madura. Estaba siendo lo suficientemente escandalosa en mi subconsciente que me irritaba yo misma, necesitaba a alguien para contárselo, en éste caso mi mejor amigo era mi única opción... Aunque a él no le agradaba la idea que le hablara de alguien más por mucho rato o todo el tiempo.

Me levanto en pasos cautelosos dando ligeros movimientos al aire como una bailarina. Quería sumergirme en azúcar, saltar por todos lados... Cantar, gritar de todas las formas posibles como si mi más grande sueño se estuviese cumpliendo hasta que obtengo mi libreta con el retrato puro y exacto del chico que comenzó todo.

El chico de mis dibujos....

Levanto la libreta viendo la imagen hecha a carboncillo y doy vueltas hasta caer en la cama riendo fragorosa sobre una nube donde todo es amor y arcoiris. Alzo los brazos mirando con dedicación mis dibujos, estaba tan feliz que la palabra se pintaba en mis ojos.

―Finalmente te encontré y eres... Eres más hermoso de lo que pude haber imaginado ¡Gracias, gracias!

Abrazo aquel dibujo como si fuése lo único que necesitaba. El tiempo pasó tan rápido, que ni siquiera me estaba dando cuenta que poco a poco me estaba quedando dormida, otra vez... Mis parpados caen de manera lenta hasta que un ruido me impide lograr conciliar el sueño.

―Adelante ―respondo con poca voluntad dejando la libreta a un lado de la cama―. No estoy dormida...

Bostezo pesadamente estirando el cuerpo sentándome a la vez. Alguien cruza la puerta, al ver apenas el inicio de esos tenis blancos supe de quien se trataba.

―¡Finn! ¡Llegaste! ―corrí hasta el abrazándolo fuerte. El se queja por el apretón―. Que rápido fué, adoro cuando eres puntual ¿Por qué eres tan perfecto?

―Espera ¿Estás bien? ―preguntó en ése tono dudoso. Alcé la cabeza para verlo con una gran sonrisa de oreja a oreja―. Bien, ¿que pasó? Tanto amor me confunde.

―¡Siéntate, siéntate! ―cerré la puerta y lo llevé de la mano hasta mi cama―. ¡Necesito contarte algo!

―Vale ¿De que trata? ―replicó confundido uniendo sus cejas largas y pobladas―. ¿Acabas de levantarte? Y... ¿Éso es pasta dental? ―señaló mi blusa-

―Da igual, no hablaremos del desastre que soy ahora ―bufé e hice un ademán sentándome a su lado―. Siempre soy un desastre en la vida.

―Un desastre que me hace feliz ―sonrió para después acomodarse y fijar toda su atención en mí. Froté mis manos con entusiasmo―. Cuéntame cosita, ¿Que te tiene tan emocionada?

―¿Recuerdas lo que te dije hace unos meses? Mis más grandes sueños ―solté. El cierra un poco los ojos pensativo―. Uno de ellos va hacerse realidad.

―Tengo entendido que en ésa lista está la Aurora boreal, ir a un baile con la persona que te gusta a la playa... Dar tu primer beso de forma especial o bajo la lluvia, tener un perrito e ir a Francia ―contó con los dedos―. ¿Cual va hacerse realidad?

―Jaeden me invitó al baile de "Beach love" aquel que hacen todos los años en la playa cerca del centro comercial Wreck Beach ―nombre directamente dando pequeños saltos―. ¿No es asombroso? ¡Quiero gritar!

―Oh... Éso es... ―hizo una pequeña pausa―. Me alegro mucho por ti...

Dió una sonrisa lánguida, lo cuál hizo detener mi show de chiquilla ruidosa a una cara de preocupación fuera de vacilaciones.

―¿Estás bien?

―Claro ¿Por? ―se volvió a verme―. Estoy muy feliz por ti cosita, me alegro que hayas conseguido una cita con... Con el chico que te gusta.

―Pareces no estar feliz ―suspiré―. ¿Dije algo malo?

―De hecho no... Solo... ―alzó los hombros haciendo diminutivo el tema―. Creí que íbamos a pasar otro día juntos, pero ya veo que no... Entonces... Tendré que esperar como todas las veces.

―Finn, no, no no ―lo abracé de inmediato por los hombros balanceándolo sutilmente―. No estoy echando un día de ambos por la borda... Es que... es importante ésto, solo por hoy... ¿Si?

―Está bien ―contestó en tono bajo sin moverse mientras miraba el suelo―. Entiendo lo importante que es para ti, espero que lo pases genial... Sé lo mucho que lo anhelabas... Yo, yo de todas formas no podía quedarme, también tenía cosas que hacer...

―¿Sí? ―él asintió volviendo a enfocar sus ojos con los míos. Lo solté lentamente―. ¿Como cuales?

―Erin... Saldré con ella hoy ―declaró apretando los labios. Fruncí el ceño sin entender―. Quedamos en vernos ésta noche...

―¿Quién es Erin?

―La chica de la cual te hablé ―sonrió de lado―. La chica que me gusta...

Fué entonces ahí dónde mi cabeza casi explotó. Me quedé paralizada con la boca entreabierta sin creer ni una pizca de lo que me había dicho, ¿De dónde demonios salió tal chica si nunca lo ví hablar con alguna de la clase? Solo con Sven, éso era muy extraño dejándome con miles de dudas por delante.

―Estás bromeando ¿Verdad? ―solté una risa. Su cabeza se mueve de un lado a otro con negación―. ¿Quien rayos es Erin? ¿Y dónde la conociste?

―Erin es... ―suspiró lamiendo sus labios―. Una chica que... conocí hace un par de semanas en... En el parque... ―titubeó mirando sus manos―. No te lo conté porque estabas tan concentrada en el tema con Jared que decidí dejarlo pasar... Pero sí, la conocí y hemos estado hablando por... Redes sociales...

Jadeé incrédula llevándome una mano al pecho fingiendo indignación―. ¡Eres un mentiroso! No existe ninguna chica llamada Erin y de ser así quiero ver una foto ahora.

―No necesitas una foto porque te llevaré a conocerla ―replicó ecuánime alzando una de sus cejas―. Éso será en un par de días, pero sí... Erin es la chica que me gusta, es bastante linda...

―Ésto es algo insólito... ―musité aún sin creerle-

―No estoy mintiendo ―me miró firme sin temblor ni dudas en lo que decía―. ¿Por qué mentirte de tal magnitud? Se supone que tu y yo nos contamos todo ¿Verdad?

―Yo... Es que... ―buscaba palabras para seguir demandando a aquello que me cayó como balde de agua fría―. No creía que fuése verdad... por éso lo dude...

Él sonrío meneando la cabeza―. Ya lo sabes... Uhm, fuéra de éso... ¿A que hora te verás con Jardín? ―cambió el tema rotundamente-

Sin embargo, no quise preguntar más... Conocía lo susceptible que era Finn con algunos temas, si no quería hablarlo más lo cambiaba y antes de verlo cabreado prefería quedarme callada sin opinar.

―Bueno... Eh... Nos veremos a las seis y cuarenta ―dije rascándome el antebrazo―. Pero... Yo... quería pedirte un pequeño favor...

―¿Cuál?

Tomé un poco de aire antes de hablar, como si de una fuerte confesión se tratara... Y es que la escena de un Finn Wolfhard alterado vino a mi cabeza brindándome una mala sensación.

―Yo... Quería pedirte que, me acompañaras... ―el asiente sin problema―. Y, bueno... Decirle a mamá que estaré contigo, en pocas palabras que me cubras... Ya que ella no me deja salir con más nadie por la noche si no es contigo...

Abrió los ojos de par en par.

―¿Qué? ¿Te volviste loca? ―se negó soltando una risa sarcástica―. De ninguna forma éso va a pasar, no voy a cubrirte porque éso es mentirle a tu madre y éso está mal.

―Pero... ―rechisté. Él sigue negando muchas veces―. Ya le haz mentido a mamá para que me deje salir contigo cuándo estoy castigada. No te cuesta mucho que me cubras Finn...

―¿Y si el ojos de moco de Jared deja que te pase algo malo? ¡La culpa va ser mía! ¿Como le explico luego a tu madre? ¡Me matará!

―¿Por qué precisamente tiene que pasar algo malo? ―irritada, contesté-

―Porque no conozco a ése tipo y no sé que tan estúpido es... Aunque se le nota desde lejos, es un patán. ―exasperó pasándose una mano por el cabello―. Simplemente no, no me prestaré para éso.

―¡Vamos, Finn! Te prometo que me cuidaré lo suficiente. ―le rogué juntando las manos―. No seas malo, ponme condiciones y yo las cumpliré.

―No hay condiciones y tampoco hay tratos.

―¡Por favor!

Finn gruñe totalmente ceñudo y de brazos cruzados como un padre estricto. Hago pucheros de mil formas rogándole jaloneandolo de su camisa azul una y otra vez con impertinencia. Aveces no sé como me soporta. 

Por ultimo para deshacerse de mí me contesta con un "Está bien" de mala gana, brinco felizmente y lo abrazo con felicidad de sobra.

―¡Eres el mejor amigo del mundo mundial!

―Sí, como sea.

EL CHICO DE MIS DIBUJOS© [✔]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora