|65|

9K 775 1.7K
                                    

C A P I T U L O  65

Sven suelta un jadeo petrificada tras oír el grito. Su mirada viaja con mucho terror hacía cada esquina del bosque. De pronto; todo se volvió silencio y oscuridad.

―¿Élisa? ―inquiere con la respiración a mil esperando una respuesta. Al no obtenerla entra aún más en pánico―. ¡Élisabeth! ¿¡Dónde estás!? ¿¡Estás bien!?

Finn me abraza por detrás apegándome sutilmente contra su cuerpo. Con una mano cubría mi boca; su respiración choca contra mi nuca y me repite al oído que no ría o haga cualquier ruido que pueda arruinar nuestro plan. Sisea y, con una sonrisa dibujada en el rostro volteo lentamente para verlo; me brinda una sonrisa encriptada a la vez en la poca luz, lo abrazo por el abdomen.

―Buena actuación, ésa es mi chica ―su voz se había vuelto más ronca denotando leves atisgos de escalofríos en mi ser.

Sonrío como boba por segunda vez. Sus manos deslizan por mí mejilla apretándome muy despacio con los pulgares, echa mi cabeza hacía atrás sintiendo la presión de sus labios contra los míos.

De forma divertida, sigo el beso con lentitud hasta provocar pequeños ruidos que pronto callamos para no llamar la atención. Me separo riendo disimuladamente y él se contagia a la vez.

―Cuándo Sven se entere va a matarme ―Finn toma mi mano entrelazando los dedos.

―Hay que irnos, el resto queda de parte de ellos dos  ―susurra, con una sonrisa a medias―. Vamos.

―Hacemos un buen equipo ¿no lo haz pensado? ―él asiente de acuerdo y chocamos los puños de nuestras manos libres―. Les deseo buena suerte.

Girándome un poco visualizo a la castaña que aún se encuentra en medio del vacío, vuelvo a sonreír esta vez sin mostrar los dientes soltando aire lentamente por la nariz como un suspiro lleno de melancolía.

Y así, emprendemos los pasos por el camino más corto hacía las cabañas.


[°°°]

N A R R A D O R

La respiración de aquella castaña con cabello lleno de rulos la ahoga cada vez más haciendo que su pecho se mueva excesivamente. Pasa saliva tratando de recobrar como puede la humedad de su garganta.

Sofocada; camina de un lado a otro.

―Maldita sea, voy a morir aquí ―se lleva las manos a la cara con angustia―. Sí Finn me pregunta dónde está Élisabeth fingiré demencia. ¡No, no, no! ¡Va a matarme!

Mientras habla sola, con los dedos de sus manos juega sin control sonándose los huesos con ansiedad.

―En vez de éstar hablando aquí sola deberías buscar ayuda ―mira hacía atrás con el rostro cercenado―. Sí. Éso haré.

Observa el camino por unos segundos dudosa.

―¿Y si es una broma? ―continua hablando entre sí a lo desquiciado―. ¡Élisabeth! ¿Dónde estás? ¡Sí ésto es una broma es de muy mal gusto! ¡Sal de dónde estés!

Nada. Todo volvió a ser silencio, y éso la hace entrar en colapso por quinta vez. Entonces, sin llegar a otras conclusiones, decidida intenta huir del lugar. Cúando un minúsculo movimiento es su impulso en sus piernas, unas luces se encendieron iluminando ése pequeño camino que éstaba frente a ella.

EL CHICO DE MIS DIBUJOS© [✔]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora