|25|

7.1K 711 431
                                    

C A P I T U L O  25

Mi vista se centra en cada fragmento del rostro nervioso y asustado de Finn. Su labio inferior tiembla y da paso a un largo espacio de silencio donde solo nos mirábamos de una manera penetrante e intacta ―o al menos de mí parte―, esperaba impaciente que completara aquella oración que dejó al aire con miles de dudas. Comencé a formular muchas cosas, una de ellas era "Si tu y yo estuviésemos juntos" o "Si tu y yo fuésemos algo más allá que amigos". Mi corazón se paraliza y luego bombea de una manera fuerte; estaba nerviosa con la incertidumbre carcomiendome desde lo más profundo de mi ser.

Quería aclarar aquellas preguntas que por tanto tiempo tenía en mí cabeza, sí él realmente estaba enamorado de mí o solo era suposiciones. Quizás sus demostraciones de cariño las estaba tomando en otro sentido revolviendo mis sentimientos creando algo inexplicable y difícil de descifrar.

Cuándo apenas mis labios se entreabrieron para formular un "Éstoy esperando" el habló primero dejándome muda al instante.

―Pues... Sí tu y yo lleváramos la misma camiseta el día de nuestro aniversario de mejores amigos ¿Te parece? Una personalizada ―empezó a reír golpeando sus rodillas. Mi cara era desconcertada e incrédula a la vez―. Te engañé ¿No? ¿Creíste que diría otra cosa?

―De hecho sí ―alcé los hombros lamiendo un poco mi labio―. Y creo que te retractaste y me haz inventado otra cosa. Porque te conozco Finn, sé cuándo evitas o mientes sobre algo.

―¿Y crees que estoy mintiendo? ―contestó en un tono algo vacilante―. No lo hago pequeña, solo quería asustarte.

―Y bien que te salió ―admití aún si creerle lo antes dicho―. Creí que... ibas a ―balbuceé un poco―. Yo...

―¿Qué creíste? ―se interpuso mirándome de forma leve sin ninguna acusación―. Oh, creo que lo éstoy imaginando. Pero lo que sea que se esté cruzando por tu cabeza es ridículo; yo no siento éso. 

―¿Sentir qué?

El me observa con sus ojos marrones algo dilatados, echa una risa y rasca su sien apartando la mirada hacia algún punto en especifico de la habitación. Su risa es ronca y parecía éstar llena de sarcasmo, o éso sentí. No entendía el porqué de su risa pero parecía estár burlándose de mí dándome un golpe mental con la palabra "Estúpida" pintado en un cartel.

Se volvió a verme y de la forma más descarada y como lo supuse, cambió la conversación como siempre dejándome anonadada.

―¿Ya viste que hora es? ―se levantó caminando hasta la puerta―. Llegaremos tarde a la feria y demoras tanto en arreglarte, te espero abajo. ―pegó la vuelta directo a la salida-

―Antes de que te vayas ―Finn se detuvo frente a la puerta escuchándome―. ¿Podrías ayudarme con algo?

―Claro, ¿Qué se te ofrece?

Giró sobre sus talones apretando los labios y con las manos metidas en ambos bolsillos delanteros de su pantalón se acercó hasta mí nuevamente. Me levanté de la cama la cual estaba completamente desastrosa; estaba segura que mi semblante era igual pero no me importaba que me viera en ése aspecto tan caótico, le tenía suficiente confianza para no sentir pena si me viese hecha una completa mierda, ha estado en peores momento y ha presenciado cosas peores.

Como aquel día que me hizo reír mientras comía cereal y expulsé el liquido por la nariz.

―¿Me ayudas a elegir que ponerme? ―dije jugando con mis dedos―. Será rápido.

―Uhmm... Nada como dejarlo en manos del chico con el mejor gusto del mundo ¿No? ―contestó con sorna mirándome. Reí por su comentario―. Por supuesto que sí, será pan comido.

Finn camina hasta mi guarda ropa, pasa sus manos por la puerta de éste y me mira unos segundos con un "¿Puedo?"de por medio, asentí lento detrás de él.

Abrió el armario sin problema y visualiza entre tantas prendas distintas moviendo de un lado a otro sin ocasionar más desorden de lo que había ahí dentro, porque de algo que estaba segura y podía afirmar es que ser ordenada no era una característica mía. Después de muchas burlas por aquello de su parte, fué sacando blusa por blusa a la vez arrugando la nariz con desaprobación metiendo de nuevo casi la mitad de su cuerpo buscando hasta lo más profundo y encontrar algo que le gustara.

La escena de hace unos minutos inunda mi cabeza llenándome de nuevo de dudas, aunque él evadió lo que estaba confirmando desde mis adentros sabía que yo tenía razón, quería que lo dijera con su propia boca pero el se acobardó o quizá era cierto lo que decía, no sentía nada por mí proporcionándome mucha confusión entre seguir preguntándole o simplemente dejarlo ir.

Lo mejor era hacerlo, no quería que todo terminase como una pelea. Habíamos peleado lo suficiente éstos días, estaba cansada.

―¡Éste! ―dijo, en tono emocionado haciéndome reaccionar―. Adoro como te queda éste vestido. Por favor, por favor ¡Pontelo!

Chilló como un niño dando pequeños saltos con aquel vestido color pastel de tela suave entre sus manos. Se acercó a mí y con una sonrisa ducehenne lo midió apenas por encima de mí pecho.

―¡Pareces una princesa! ―soné la lengua y reí en fragorosas carcajadas―. Es el mismo que usaste el día de tu cumpleaños ¡Dios! Te veías increíble, necesito verlo puesto en tí de nuevo.

―No puedo ir a una feria con algo tan estrambótico  ―repliqué dando un suspiro. Finn me da una mirada con desilusión―. Es decir, sirve para un evento importante.

―Entonces quiero que lo lleves el día del baile de verano ―una sonrisa volvió a escapar de sus labios color carmesí―. Vamos ¿lo llevarás? ¡Promételo!

―Está bien, está bien ―alcé las manos con una sonrisa dulce―. Lo prometo.

―Gracias, eres la mejor ―vaciló dejándolo sobre la cama. Un espacio de silencio nos inundó por unos segundos―. ¿Sabes..?

―Te escucho...

Sus ojos se enfocaron con los míos directamente; entonces, con aquella firmeza y suavidad posible se acercó más quedando frente a mí, sintiéndome pequeña ante el. Mi corazón toma un ritmo algo precipitado, no entendía el porque... Tal vez Finn podía ponerme un poco nerviosa cuando guardaba tanto silencio y me miraba con tanta determinación.

―Sí ésa noche no logro encontrarte entre tanta gente... ―rió un poco por lo bajo―. Estaré seguro que voy a encontrarte a través de ésa prenda...  O al menos, sabré que las usado solo por mí... Cumplirás ¿Cierto?

Di leves movimientos con mi cabeza intacta ante el―. Cumpliré... Es una promesa.

―Y las promesas, jamás se rompen ―mostró su pulsera―. Es nuestra promesa.

EL CHICO DE MIS DIBUJOS© [✔]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora