EL CHICO DE MIS DIBUJOS© [✔]

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C A P I T U L O 39

É L I S A B E T H

Mis pasos son rápidos por la acera a medida que Jaeden sigue su rumbo por más que trato de detenerlo, me ignora. Repito su nombre abrumada, no entendía su comportamiento, era tan excéntrico e irritante, por más que le preguntaba, parecía molestarse más.

Y algo tan característico de mí: No entendía nada.

Me rendí, sin embargo continué yendo a su par en silencio, hasta que el habló ensanchando los ojos casi destilando su furia, jamás lo había visto así, por lo que de algún modo, me sobresalté, asustada.

―¡No sé que demonios hacías con él! ―espetó, deteniéndose en medio de la calle volteando hacía mí―. Y menos de aquel modo. ¿Qué demonios estabas haciendo?

Pasé saliva mirándolo. Tal vez, solo tal vez, hubiese actuado como una cobarde ante su tono de voz, o le hubiese dado una explicación rápida, pero no fué así. No tenía ningún derecho en reclamarme algo de ése modo, mucho menos gritándome.

Por lo que, me reincorporé y mantuve mi postura firme sin demostrarle algún tipo de miedo. Él, no era mi padre. Él no iba a elegir con quién estaba o no.

―Finn es mi amigo ―repliqué, cruzándome de brazos―. Tenía muchos días  sin dirigirle la palabra solo porque te molesta y dices que paso más tiempo con él que contigo. Estoy cansada de que me prohíbas cosas, Jaeden. Ni siquiera somos nada aún, el único que se está comportando como un toxico eres tú.

Enarqué las cejas molesta, y él solo se limitó a bajar la guarda. Su semblante cambió a uno más suave, como si temiera de que yo me molestara. Pero, ya era tarde, estaba lo suficiente harta de que por cada mínima cosa terminara en una discusión.

―Solo me molesta el hecho de no entender lo que estaba ocurriendo ahí. ―contestó en tono más suave, echando un suspiro.

―Estaba desatorando mi pulsera ―expliqué, rascándome la frente. Todo ésto me estresaba y más que se estuviese imaginando otra cosa.

Cosas en otro sentido.

Ahora la que suspiraba moviendo las piernas impaciente era yo, no podía creer el hecho de que estuviésemos peleando en medio de la calle por simplemente ésa sola cosa: Su mente que llevaba a otras conclusiones. O quizás, lo usó como excusa para reprimir lo que realmente sentía: Molestia por verme tan cerca de Finn.

Era absurdo, él me conoció siendo su mejor amiga.

―Y antes de que preguntes ―continué―:  Chris me empujó, es un idiota. Todo pasó muy rápido, caí sobre él.

Jaeden hizo un gesto con la boca desviando la mirada.

―No estoy molesto por éso. ―bufó meneando la cabeza―. Éstoy molesto porque estabas con él, lo admito, sí. Prometiste pasar más tiempo conmigo, estaba buscándote como loco Élisabeth.

―¡Éso es absurdo! ―mi voz se elevó captando su mirada, otra vez―. ¡De hecho he abandonado mi amistad solo por seguir tus ordenes!

―¡Es que no te das cuenta! ―replicó, exaltado―. No te das cuenta de que Finn está enamorado de tí. Éso es lo que no ves.

Tardé en responder e hice un pequeño mohín bajando la mirada al suelo. Él se acercó más a mí pretendiendo continuar con la pequeña pelea que se había creado, el ambiente se puso tenso en mínimos segundos, y más por lo que acababa de decir.

―¿Eh? ―dijo, como si me interrogara―. Lo sabes. ¿No?

―Sí, lo sé. ―asentí, cabizbaja.