EL CHICO DE MIS DIBUJOS© [✔]

|53|

C A P I T U L O 53

Llegó el fin de semana y como Christian había acordado llevaríamos a las chicas al cine. El problema aquí era que no tenía ni la más mínima idea de como le haré para que el ogro del padre de Élisabeth me dejara salir con ella. Estaba ingeniándomelas seriamente, mientras lo hacía, Chris estaba a mi frente admitiendo lo nervioso que estaba.

Rodé los ojos. Como si fuése la primera vez que vamos a salir con Emma.

Y básicamente ésta era nuestra charla matutina, no sabía que era peor, aguantarle sus chistes malos o aguantarlo enamorado. Creo que ambas eran insoportables.

Saco mi teléfono y le marco a Élisabeth para estar al tanto si ya le había pedido permiso al señor Wilson. Me voy encaminando hasta el patio.

―Hey ¿A dónde vas? ―intervine aquel enano desde mi sillón.

―¡Dame un segundo! ¡Voy hablar con Élisabeth! ―salí.

―¿Y para éso tienes que irte? ¡Quien sabe las morbosidades que le vas a decir!

―¡No me llamo Christian! ―reí, cerrando la puerta.

Miro la pantalla cuándo la llamada se cuelga, ni siquiera contesto. Mierda, ¿Y si no la dejaron? ¿O sí está en problemas por mí culpa? Vuelvo a pulsar el icono de llamada esperanzado a que me conteste cuanto antes.

―¿Bueno? ―dijo, siento el alma regresarme al cuerpo.

―¿Como que... Bueno? ―cizañeé―. ¿Así le contestas a tu futuro esposo?

Oí su risa, no evito sonreír.

―Hola amor ¿Cómo estás? ―mencionó en un tono más suave y meloso.

Vuelvo a sonreír como idiota, aquella palabra me obliga a hacerlo y siento un cosquilleo por todo mi cuerpo similar a la emoción que sientes cuando te puncen los nervios abruptamente. Maldición, era la primera vez en mí vida que sentía algo así por una simple palabra.

―Muy bien cosita. Y que hayas decidido decirme amor me emociona más que antes ―admití jugando con la hoja verdosa de una planta que estaba a mi costado―. ¿Qué te han dicho tus padres?

―Pues... Me dejaron ―suelta emocionada―. Solo que hasta las seis de la tarde ni más ni menos.

―Éso no está tan mal, será lo suficiente para que nos divirtamos y, puedo ir un rato a tu casa ¿Te parece?

―Sí ―puedo sentir que ésta sonriendo, y éso me hace hacerlo yo también por inercia―. Me parece perfecto.

―Vale ―me apoyé de la pared aún con el móvil pegado a mi oreja.

―Sigo con la intriga de saber que pasó con Chris aquel día.

―Quería consejos de amor ―bufé bajo para que no me escuche.

Podía sentir que estaba detrás de la puerta como el chismoso que es.

―¿Qué?

Caminé un poco más lejos casi saliendo a la calle para sentirme más cómodo y no espiado.

―Sí. Le gusta Emma y quiere que lo ayude a conquistarla.

―¿Crees que sí lo logre? ―se echó a reír.

―No sé. Tengo que admitir que es demasiado difícil ¡No sigue instrucciones! Y se complica tanto que le explicas una cosa y termina haciendo lo que le dé la gana ―dí un suspiro pesado.

―Sí, sé como es y éso que no he interactuado con el tanto como lo haces tú ―solté una mínima risa―. ¿Confías en tus dones como cupido?