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C A P I T U L O 43

Trato de mantenerme tranquila, pero la presencia de Finn junto a ésa chica en la pista de baile me consumen. Mi respiración era entrecortada, precipitada y ocasionaba que mi pecho ardiera. Y más cuando ambos se sonreían y brillaban en su propio eje, tal como si el amor flotara alrededor de ellos... Y éso... ¡Era demasiado irritante! Quería ir, empujarla y desaparecerla de mi órbita.

Finn volteó y...

Nuestras miradas rozaron por unos segundos, pero fingieron no verse.

Ésto dolía; aún no podía creer que estuviésemos en éste situación tan critica, estaba desesperandome. Quería hacer algo, pero me retraía al recordar que aquello podría empeorar el asunto.

Y cuando menos lo esperé, Jaeden entrometía sus cizañas. Por Dios, juro que quería darle una cachetada y alejarlo de mí, estaba harta de todo.

―¿Quién es ésa chica que ésta con tu amigo? ―preguntó, a mí lado―. ¿Es su novia? ¿O su nueva mejor amiga? ―hubo cierto tono de burla en su voz―. Vaya, no sabía que sería capaz de cambiarte tan rápido. Que decepción.

Abocó de nuevo el ponche y me miró de reojo. Bufé, volcando los ojos con inquietud, exasperación y hostigamiento.

―¿Quieres? ―ofreció.

―No. ―repliqué, fastidiada―. Te juro que no sé quién demonios es ésa chica, él no quiere ni acercarse a mí. ¿Puedes creerlo?

―Creo que tiene derecho a tener novia. ―sonrió―, creí que la chica que le gustaba eras tu, a decir verdad. ―comentó, haciendo énfasis en la palabra "gustaba".

―No podrá superarme tan fácil. ―él, enarcó una de sus cejas sorprendido―. ¿Por qué me miras así?

―No puedo creer. Estás celosa. ―mofó dejando el vaso plástico sobre la mesa y suspiró.

―No, no estoy celosa. ―repliqué, tratando de fingir que si lo estaba―. Solo me molesta que Finn me ignore.

―Oh por todos los cielos. ―exclamó con sorna alzando las manos―. ¿Será por qué tu le hacías lo mismo? ―se cubrió la boca con sorpresa fingida.

Fruncí el ceño.

―Yo nunca lo ignoré. No como él lo está haciendo ahora mismo.

―Como digas. ―rendido, hizo un pequeño gesto con la boca.

Me quedé en silencio, pensando en lo que había dicho. Y lastimosamente tenía toda la razón, pero como soy difícil de admitir mis errores prefiero fingir que no es así. Sí Finn estaba jugando a quién tenía más orgullo, no iba a caer tan fácil en su intento.

―¿Sabes qué? ―Jaeden se volvió a verme―. Vamos a bailar.

Entrelacé por primera vez por cuenta propia mi mano con la de él dirigiéndome hacía pista de baile entre las pocas parejas que habían allí bailando en éstos momentos Kiss me de Ed Sheeran. Mi intención era mirar a Finn más de cerca y si era posible, incomodarlo como él lo estaba haciendo conmigo. Sin duda mi enojo había llegado a otro nivel.

Un nivel que quería vengarme por haber traído a ésa chica.

Con todo mi orgullo acumulado e ira. Pasé mis manos por detrás del cuello de Jaeden y él pasó sus manos por mi cintura; bailábamos al ritmo de la canción despacio. Aunque mi mente no estaba concentrada en la música, solo en mirar cada dos segundos hacía la derecha donde Finn y Erin eran todo el centro de atención.

EL CHICO DE MIS DIBUJOS© [✔]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora