EL CHICO DE MIS DIBUJOS© [✔]

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C A P I T U L O  24

É L I S A B E T H

―Gracias por los dulces, he de admitir que no lo esperé ¡Claro! Que estúpida soy, no soy quién para adivinar tus pensamientos o acciones. Oh mierda ¿Que diablos estoy diciendo? ―bostecé con pesadez en los ojos-

―Mejor ve a dormir ―dijo Finn riendo―. Ya casi son las cuatro de la mañana.

―Da igual, mañana es sábado. ¿Sabes que significa éso?

―"Salida de mejores amigos hasta el anochecer" ―dijimos al unisono para después partir en risas-

Finn y yo hablábamos animadamente por videollamada, yo desde mi cama y el (notablemente) desde la suya. Aunque la luz estaba apagada el reflejo de la pantalla de su móvil lo dejaba ver un poco gran parte de su rostro y cabello desordenado, era una costumbre tan característica de nuestra vida quedarnos hablando desde las 7 de la noche hasta las cuatro de la madrugada como una tarea fácil e incluso podía llegar más lejos si mi sueño no me traicionara.

No entraría en detalle sobre los temas de los que hablábamos, eran triviales... Anécdotas que nos ha pasado juntos, fechas especiales entre los dos como nuestro aniversario de mejores amigos que ya estaba por venir. Exacto. Íbamos rumbo hacía los tres años de amistad y aún no tenía pensado que regalarle.

Tal vez no eramos el prototipo de una amistad perfecta; pero era la más pulcra y sana que puede existir ―éso pensaba―, era extraño cuándo discutíamos o nos dejábamos de hablar ; y sí éso sucedía no perduraría por mucho tiempo. Yo no podría éstar sin su compañía y el sin la mía tal como algo que se necesita, buscando la palabra más especifica para los dos ambos nos necesitábamos como el oxigeno a los pulmones. No sé en que momento se volvió tanto para mí pero así lo consideraba.

Fuera de aquello, él no era una persona difícil... Amaba los detalles pequeños y era feliz aunque sea con un abrazo apretado, o como le llamábamos por melosa costumbre "Abrazo pegajoso" y de ahí es dónde viene el pronombre "cosita" por excelencia adorábamos poner un apodo dulce a cualquier cosa como un diminutivo, a él le decía Finnie por cariño y el "cosita" porque decía que yo era pequeña ante él.

―¿Tu madre no te sermonea si te ve hablando conmigo a éstas horas? ―preguntó él acomodándose entre sus almohadas blancas-

―Finn, te recuerdo que no tenemos un día de amistad. Tenemos dos años haciendo ésto como lo más común del mundo. ¿Aún haces la misma pregunta?

―Lo decía porque tenía entendido que te castigo. ¿O me equivoco? ―rodé los ojos con una pequeña risa―. Fuera de éso, ¿Es cierto que estás saliendo con el chico más intenso que el sol de verano?

―¡Finn! ―reprendí reprimiendo una risa―. ¿Hasta cuándo le pondrás apodos raros a Jaeden?

―Lo siento; sabes que es parte de mi humor ―sonrió apenas levantando la comisura de su labio―. ¿Entonces, vas a responderme o...? ¿Piensas tenerlo como un secreto?

Suspiré viéndolo con bastante obviedad―. No estoy saliendo con Jaeden, y sí éso pasara serías exclusivamente la primera persona en enterarte.

―Tu madre piensa que sí. ―soltó haciéndome parpadear un par de veces―. No te sorprendas, tu madre suele juntarte con todo el mundo.