EL CHICO DE MIS DIBUJOS© [✔]

|EPILOGO|

EPILOGO

Nuestro propio cuento se hizo, vivió y transcurrió en paginas que siguen, y todavía hay en blancos por rellenar...

A nuestro propio criterio, a nuestro propio lienzo pintado en un cuadro de colores vivos. Todo surgió como alguna vez lo esperé, se hizo así.

Nuestra boda fué el 10 de marzo, en la misma playa. Pocos asistieron, ambos lo quisimos así. Rodeados por la arena, y un increíble atardecer, algo mágico entre las luces naranjas del ocaso del sol.

Mi madre lloriqueó en una esquina, mi padre la reconfortó. Mary muy orgullosa al ver a Finn en aquel traje, vuelto un hombre decidido por su familia, y esposa. Oficialmente llevaré su apellido, fué oficial.

Élisabeth de Wolfhard. 

 ¿Quién lo hubiese imaginado?

Estaba segura que la ultima persona era yo.

Casarme con él, fué  lo mejor de mi vida. Aquella fecha, fué la mejor.

—¡Finn estoy orgulloso de ti! —Chris grita entre las personas.

Nosotros reímos al terminar la ceremonia, tomados de la mano.

—Ellos son mis amigos, los vi florecer en su amor como el capullo de una mariposa —Emma le susurra al oído a su actual pareja, Nathaly—. Me alegra que sean tan felices ahora.

—Lo mismo digo —responde ella.

Sven frunce los labios al verlas mantener una conversación.

—Cariño, ¿estás bien?  —Chris le pregunta—. Puedes sentarte, para que no te canses. El bebé está creciendo muy rápido —ríe, acariciándole el vientre.

—Estoy bien —lo mira, para después sonreirle—. Solo siento un poco de molestia, no lo sé.

—¿Molestia?

Sven asiente y, un liquido sin previo aviso se le escurre por ambas piernas hasta caer en la arena humedeciendo. Chris se ajusta las gafas mirando a ésa dirección para después, reírse.

—No puede ser ¿te orinaste? —suelta otra risa.

Sven jadea ahogándose al poco tiempo de la impresión al caer en cuenta de lo que estaba pasando.

—Linda, ¿estás bien? —mi madre pregunta tras al ver lo que estaba pasando, Finn y yo nos acercamos—. Oh dios, creo que ya viene.

—¡Se le rompió la fuente! —exclamo yo, emocionada—. ¡Es hoy!

—¿Se le rompió la que..? —el rubio, palidece.

—¡Idiota que tu hijo va a nacer! ¡En el día de nuestra boda! —responde Finn agarrándole la mano a la castaña—. ¡Ayudala, hay que llevarla al auto!

—Ya va —Chris empieza a respirar rápido poniéndose más pálido de lo que es—. Ay mierda, no puede ser.

Sven empieza a quejarse y retorcerse por las contracciones, Emma corre hasta ella ayudándola a que no se desplome en el suelo.

—¡Chris mueve el culo ya! ¡¿O es que piensas quedarte ahí como un imbécil?! —la pelinegra lo insulta.

—¡Ahhhh! ¡Maldición! —Sven grita.

Y Chris alza la mano para decir algo, pero, las palabras nunca salen debido a que ocurrió lo mismo que aquel almuerzo en la casa de sus suegros.

El idiota se desmayó y cayó desplomado como un trapo en la arena.