Capítulo 16 Parte 2

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MICHELLE

El temblor no se detiene, ambos seguimos contra el piso esperando que la cabaña no se venga abajo con nosotros dentro. Veo la madera crujir sonoramente como si estuviera gritando, pareciera que la propia cabaña tuviera vida. Siento una corazonada en el pecho y me arriesgo a ponerme de pie como puedo, debo recuperar ese diario; algo me dice que todo se calmará si lo tengo de nuevo en mis manos.

Empiezo a entender la lógica de este mundo.

Puedo sentir como la madera se va agrietando debajo de mí. Cuento hasta tres para prepararme mentalmente y sin más reparos corro hacia la dirección del diario. Grandes vacíos se crean detrás de mí, los siento como si quisieran absorberme junto con la casa. Doy un gran salto y logro alcanzar el diario. De momento, el temblor cesa y todas las grietas antes formadas desaparecen como si nunca hubieran estado ahí.

Tomo bocanadas de aire con la intención de recuperar un poco el aliento. El Príncipe se levanta y se me acerca confundido.

─ ¿Qué es eso? ─pregunta curioso y se agacha a mi lado.

─Es un diario ─extiendo mi mano para entregárselo, él se sienta con las piernas cruzadas y lo ojea─. ¿Qué dice?

─Es de una mujer. La fecha... es del siglo pasado ─un escalofrió me recorre el cuerpo.

─ ¿Habla de la cabaña? hay algo extraño en este lugar ─confieso asustada.

─Debe tratarse de algún hechizo ─dice mientras sigue ojeando las páginas con cuidado─. Lo que no entiendo es cuál es la conexión entre la cabaña y este diario ─lo cierra, se pone de pie y lo deja caer al suelo. El temblor regresa y El Príncipe se agacha para recogerlo; nuevamente la calma se hace presente.

─ ¡¿Por qué hiciste eso?! ─refunfuño.

─Solo probaba ─responde tranquilamente y vuelve a leer el diario. Suelto un bufido indignada.

─Mejor vámonos de aquí, no quiero saber nada de fantasmas ─le ruego y lo sujeto del brazo. Él me observa de reojo y suelta mi agarre sutilmente mientras sigue leyendo.

─No hay salida ─confiesa y quedo perpleja─. Arriba solo nos espera un largo pasillo repetitivo.

─ ¿A qué te refieres? Hace un rato dijiste que subiríamos para escapar ─me cruzo de brazos.

─Ese plan ya no funcionará, si intento prenderle fuego a la cabaña, solo lograré crear más reacciones negativas; en cambio, si investigamos este diario tal vez encontremos alguna forma de salir ─informa.

─ ¿Hay algo ahí que te de alguna una pista? ─me acerco y nuestros brazos chocan.

─Nada relevante, parece que esta cabaña le perteneció originalmente a una familia muy humilde. Tenían dos hijas, una se ahogó en el lago y la otra desapareció ─abro los ojos como platos y me asusta la manera tan tranquila en la que relata los hechos─, el esposo perdió la cordura y se adentró en la magia negra. El diario pertenece a la esposa y en este cuenta que empezó a temerle y a notar un comportamiento extraño en él.

─ ¿Cómo termino? ─pregunto con la mano en la boca.

─Lo último que dice es que la segunda hija desapareció un poco después que el esposo empezó a actuar extraño ─pasa las hojas─. las últimas páginas están arrancadas.

─No puede ser ─el corazón me late a mil.

─Es una situación bastante común. Algunos creen que con magia negra se puede revivir a los muertos ─dice fríamente. No sé si estar asustada por lo que cuenta ese diario o por este sujeto sin corazón que me acompaña.

Atrapada en otro mundoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora