Capítulo 98 Parte 3

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TEO

Corro deprisa, mirando por el rabillo del ojo a la diosa de la protección, esta me sigue desde el terreno aplanado del santuario. Da saltos grandes y también flota; pero no dura mucho, eso me da indicios de que la levitación por ahora no es una preocupación. Me detengo en seco y volteo a ver su reacción, ella se aproxima a mí con un gran brinco que la posiciona en mi sitio. Me hago a un lado para esquivarla, detecto una esfera ámbar que no logra tocarme. Retrocedo cauteloso, tengo la impresión de que pretendía atraparme con ese globo. Fue muy incrédulo de mi parte pensar que solo podía crear barreras protectoras, está claro que si en el pasado fue una diosa, debió de poseer múltiples hechizos, no solo defensivos sino también de ataque; ahora que los poderes no residen en el cuerpo humano de la elegida, la diosa debe tener acceso a todo su potencial mágico.

Debo estudiarla bien.

Hay un límite de distancia para utilizar ese hechizo; de lo contrario, no hubiera esperado a estar cerca. Eso quiere decir, que si me mantengo lejos estaré bien; no obstante, necesito acercarme para poder vencerla y aprisionarla.

Percibo la presencia de alguien a mis espaldas, inclino el cuello hacia un costado y con la palma detengo el puño que iba dirigido hacia mi cabeza. Estrujo la mano ajena, esta consigue soltar mi agarre. Miro hacia atrás, el sujeto de los ojos rasgados me observa divertido. Su sonrisa cínica es molesta, me recuerda a la de Hacks.

─Solo los cobardes atacan por detrás, ¿Lo sabías, chico? ─lo reprendo y me muevo hacia atrás para tener una vista panorámica de mis dos adversarios.

─No me des sermones, anciano. Se debe aprovechar los puntos débiles del enemigo siempre.

─Oye, oye, no soy tan viejo. Apenas tengo veinticinco años ─apoyo las manos en las caderas.

─Adivino que eres el mayor de los tres. Debiste traer contigo a personas más veteranas, esos dos no son material de combate ─comenta con una expresión de superioridad.

─Oh, ¿piensas que soy más fuerte que esos dos? ─digo sorprendido. Mi semblante se enseria─. Chico, ten cuidado. En batalla, no saber analizar a tus contrincantes es causa de muerte segura.

─ ¿Q-qué dices? ─percibo el temor en su voz─, Si no eres el más fuerte, ¿porque eres el que da las ordenes? ─espeta malhumorado.

─Porque si yo no estoy, esos dos son capaces de matar a sangre fría a cualquiera que se meta en su camino. Son dos desequilibrados sin empatía que no sienten valor por la vida de otras personas ─explico sombríamente. El chico me observa atónito─. Nuestro líder los rescato de la mala vida que llevaban y los convirtió en caballeros. Desde entonces, están bajo mi cuidado y yo me encargo de limpiar sus desastres, ¿Entiendes a qué me refiero? ─incremento la intensidad de mi mirada.

─ ¡Estas bromeando! ¡Solo quieres asustarme! ─grita y yo relajo el rostro.

─Puede ser... De cualquier manera, tu preocupación debe ser por tus compañeras. Les di indicaciones claras de que no quería líos; pero al estar solos pueden hacerse los vivos, en especial Hacks. Por otra parte, Selina puede perder los estribos fácilmente... No confió en ningún de los dos ─concluyo con los brazos entrelazados sobre mi pecho.

─ ¡Me cuentas todo eso para distraerme! ¡No lo conseguirás, anciano!

Escupe el ácido de sus manos, con un ágil movimiento me posiciono en frente de él y le lanzo un puñetazo que es retenido por una barrera dorada. Entiendo que la diosa lo está protegiendo, esto puede ser un fastidio. Si ella utiliza barreras de protección en él mis golpes nunca le atinaran. Debo deshacerme primero de la diosa, sin sus poderes defensivos encargarme del chico de ojos rasgados será rápido.

Atrapada en otro mundoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora