Capítulo 76

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MICHELLE

─Padre, gracias por echarlos ─dice Sera tímidamente.

─Hice lo que mejor para el reino. No podía permitir que Ronis se aprovechara de la hospitalidad que le brindamos todos estos años. En todo caso, deberías agradecerle a esa chica, ella nos notifico las verdaderas intenciones de Ronis y de algún modo evito una catástrofe ─camina hacia mi persona y se posiciona en frente.

─Muchacha, ¿Quién eres y por qué te pareces tanto a mi hija? ─cuestiona severo. Me quedo en blanco sin saber que responderle.

─No es más que una hechicera que tiene un parecido a la princesa Sera ─intercede El Príncipe por mí─. Si se fija con cuidado, vera como la tez de su piel es más áspera, sus cabellos no son sedosos y su nariz es más redonda. Tiene un aire a su hija, pero de cerca se dará cuenta que es una mala imitación ─dice groseramente.

Mis ojos se abren de par en par al escucharlo hablar mal de mí. Como se atreve a decir todas esas mentiras solo porque esta molesto. Definitivamente es un niño caprichoso y berrinchudo que no sabe que más hacer para llamar la atención.

¡Me pone furiosa!

─Es cierto, ahora que veo bien, Sera tiene mejor aspecto que esta muchacha ─le da la razón al Príncipe.

─Vaya manera que tiene de agradecer, señor ─espeto con ironía. No toleraré más insultos.

─No le haga caso, su manera de expresarse también deja mucho que desear ─me excusa El Príncipe mientras me lanza miradas de desaprobación.

─Padre, Michelle es mi amiga, no la ataques. Ella nos ha salvado y la razón de nuestro parecido es lo que menos importa ─me defiende Sera.

─Tienes razón ─asiente y se dirige a mí─. Te debo un gran favor y cuando quieras podrás cobrarlo. Mi reino y yo estaremos a tu disposición cuando gustes.

─ ¿Puedo cobrarlo ahora? ─pregunto rápidamente, dejando a todos inquietos.

─Por supuesto.

─Quiero que deje que su hija escoja con quien casarse.

─Michelle... ─pronuncia Sera en un hilo apagado.

─Eso va más allá de un favor. Dije frente a Ronis que aceptaba la propuesta del joven Hohenzollern, solo para que se fuera; pero de ninguna manera voy a estar comprometiendo a mi hija con otro hombre sin saber realmente cuales son sus intenciones ─expone firme, sin dar su brazo a torcer.

─Rey Emmanuel ─Caín llama su atención─, perdóneme el atrevimiento que tuve hace unos instantes. Al igual que usted dije un par de cosas solo para deshacerme del rey Ronis. No quiero que crea que estoy pasando por encima de usted al haber gritado que Sera sería mi prometida, pero tampoco es mentira que estoy dispuesto a hacerme cargo de todos los problemas que su reino pueda tener ─hace una pausa para tomar la mano de Sera─. Amo a Sera, quiero compartir mi vida con ella y juntos sacar adelante a Albret. Ella es una chica tan inteligente y capaz, puedo asegurarle que será la mejor soberana que cualquier reino posea. Estoy seguro que ella no necesita a nadie para hacer prospero este reino, soy yo más bien, quien la necesito a ella. Sé que no la merezco y menos después de haberla confundido con otra persona; pero si me da la oportunidad, quiero demostrarle que soy merecedor de tan increíble mujer ─termina su discurso pasando su mano sobre el hombro de Sera, esta oculta el rostro en el pecho de Caín, en un intento por esconder sus conmovidas lágrimas.

─ ¡Calma, Sera! ¡Permitiré que este joven te pretenda y luego veremos! ─con falsa molestia el rey Emmanuel se retira, incomodo por el llanto de su hija y por el discurso a corazón abierto de Caín.

Atrapada en otro mundoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora