Capítulo 73 Parte 2

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MICHELLE

Entro al castillo y su belleza no tiene nada que envidiarle al del Ishrán. Me sorprendo al ver tanto lujo, como Sera me dijo que no estaban bien económicamente, imagine que su situación sería desafortunada; no obstante, a simple vista parece que todo anda a las mil maravillas.

Lo que puede llegar a esconder las apariencias...

Una señora pomposa ingresa al vestíbulo, abre los brazos y me rodea con ellos. Me estruja tanto que temo perder todo el aire de mis pulmones. Por la descripción de Sera, la identifico como su mamá. En palabras de la propia Princesa «Lo primero que hará mi madre será dejarte sin aliento», y así ha sido.

─ ¡Cuánto tardaste! El príncipe Herald ya nos espera en la mesa ─exclama. Se apresura a entrar a la habitación continúa.

¡El prometido de Sera ya está aquí! ¡Que nervios!

Sigo obedientemente a mi nueva madre. Sera me había notificado que apenas llegara tendría una cena con la familia Dampierre, donde se hablaría de temas políticos, sucesiones, y sobretodo de la futura boda. A diferencia de Selene y El Príncipe que se conocieron desde muy pequeños, Sera y Herald nunca se han visto la cara el uno al otro. Solo sabían el nombre de la persona con la que se casarían, sus padres nunca quisieron que compartieran tiempo.

Técnicamente, no se conocerán.

Al entrar al comedor, una gran mesa ovalada me deslumbra por su exquisito decorado. Un hermoso mantel de encajes blancos con puntilla en los bordes impacta a mis ojos, desde antes de tomar asiento noto la destreza y el detalle con que fue bordado. La vajilla de plata reluce con los reflejos del candelabro que se mece sobre nuestras cabezas. Lirios, orquídeas y hortensias adornan la mesa, esparcen un olor embriagador que compite con el de la comida.

¿Este sitio puede ser más perfecto?

He quedado tan embobada por el arreglo que me he llevado un susto cuando el padre de Sera ha gritado su nombre desde el asiento a la cabeza.

─ ¡Dígame, Padre! ─grito nerviosa. He perdido el papel nada mas empezar.

Tanto el papá como la mamá me observan con extrañeza. No debe ser común que una Princesa le grite al Rey.

─Saluda a los reyes de Rohan y a tu futuro esposo ─exige estricto. Todos se han puesto de pie, me escudriñan esperando mis respetos.

─Ha pasado tiempo; rey, Ronis. Reina, Milena ─inclino levemente el torso. A estos dos Sera se los ha cruzado solo un par de veces, por lo que no debo preocuparme─. Es un gusto que al fin nos conozcamos, príncipe Herald ─sonrío ampliamente como la chica recatada que soy.

Al posar mis ojos en los suyos, él asiente sin quitarme la vista de encima.

─Pienso lo mismo, princesa Sera ─dice con elevada sinceridad.

A simple vista es un chico promedio, no es bien parecido; pero tiene algo que lo hace sobresalir. Posee cabellos castaños, ojos verde esmeralda y mentón cuadrado; su buen conjunto combina con su iris. Se nota que se ha arreglado para conocer a su prometida.

Mi madre temporal toma asiento junto al Rey de Albret, yo ocupo la silla al lado de ella. Estamos ordenados por familia: Los Dampierre a la izquierda y los Brienne a la derecha. En frente tengo a Herald, quien me regala sonrisas seductoras cada dos segundos.

¡Maldita sea! ¡Que le guste no facilita las cosas!

Tengo que conseguir que pierda el interés en mí, así por lo menos no se enfadara tanto cuando Sera llegue con el contrato anulado y no haya compromiso.

Atrapada en otro mundoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora