Capítulo 74 Parte 2

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THRALL

El mausoleo de la familia real nos teletransporta a un sitio menos lúgubre. El interior de la estructura está decorado por murales de mosaicos bizantinos y los vitrales inversos reflejan la luz de la luna que traspasa el elemento. Hileras de sarcófagos blancos con esculturas talladas en piedra de personas reposando sobre las tumbas ocupan gran parte del espacio, en los laterales se aprecia el escudo de la familia real de Rohan siendo sostenido por ángeles, característica que aparece en todas las tumba.

La princesa Sera observa la habitación en busca de pistas, la entrada a la sala oculta debe estar en algún sitio que se escapa a nuestros ojos.

─ ¡Thrall, la encontré! ─avisa con un grito que hace eco en las paredes. Corro a su lado lleno de intriga.

─ ¿Dónde? ─cuestiono desesperado.

─Debajo de esta tumba se siente una corriente de aire ─señala el pequeño orificio entre el suelo y el sarcófago. Al pararme a su lado siento la diminuta brisa─. Ayúdame a empujarlo.

Nos inclinamos para arrastrar la tumba de piedra. Imprimo toda la fuerza de mis débiles brazos; y lentamente, queda en evidencia una escalera que desciende hacia un sitio envuelto en tinieblas. La Princesa es la primera en bajar, no se lo piensa dos veces, lo desconocido no es un impedimento para ella. Una vez abajo, las antorchas ancladas a las paredes rupestres se encienden e iluminan el recinto. Hay diversos estantes con toneladas de artefactos extraños, pociones coloridas y cajas con candado. En el centro, hay una mesa donde a simple vista se puede pensar que se utiliza para preparar el material mágico y hacer uso de ello. La princesa Sera se traslada al fondo, veo un estante grande con muchos cajones, ella los abre y revisa frenéticamente los documentos.

─El contrato tiene que estar aquí ─dice impaciente─. Busca en esos cajones.

Hago lo que me pide y me infundo en la búsqueda. Hay una cantidad irreverente de hojas alojadas en este sitio. No alcanzo a leer la información, me concentro en el contrato matrimonial. Mi curiosidad sobre los secretos que debe guardar una familia real deberá quedarse para después.

La princesa Sera se mueve hacia otro cajón, remueve los documentos uno a uno, hasta que agarra una hoja y la jala, el contenido de esta hace que sus ojos se ensanchen y brillen con éxtasis.

─ ¡Es este! ─aprieta la hoja de papel contra su pecho y gira como loca mientras hondea el vestido turquesa de mi madre.

─ ¿De verdad? ─pregunto tontamente. Me impresiona que la búsqueda allá finalizado ya.

─ ¡Sí! ¡Aquí están las firmas de mi padre y del rey Ronis! ─me muestra el contrato con la mano temblorosa─. ¡No puedo creer que tenga mi libertad en mis manos! ─exclama frenética.

La princesa Sera, se deja llevar por el momento de enloquecida felicidad y se abalanza sobre mí. Yo la sostengo encerrándola entre mis brazos, mis pies retroceden; pero encuentran el equilibrio necesario para sostenernos a ambos.

Es tan pequeña y frágil como Michelle, el contacto con su piel no me incomoda; al contrario, siento una gran afinidad entre nosotros.

Pese a que todo este tiempo la he estado tratando formalmente, la sensación de familiaridad y simpatía ha estado presente. Su acción me ha sorprendido; mas no me ha importunado.

─ ¡¡¡THRALL!!! ─un alarido escandaloso nos hace separarnos y saltar de un susto.

Antes de que mi corazón se salga de mi pecho, descubro a la dueña de semejante rugido. Mi todavía novia está parada al pie de la escalera echando chispas, sus ojos me asesinan llenos de ganas de matar, da pisadas fuertes contra el suelo hasta llegar a nuestro lado; y en un arrebato, me grita todos los insultos que su cabeza anaranjada puede recordar.

Atrapada en otro mundoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora