Capítulo 97 Parte 1

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MICHELLE

Atravesamos el puente que une el santuario con el resto de Freenegas. Mi cabeza se echa hacia atrás tratando de ver la estatua de la diosa Ilse arriba nuestro, desde aquí es inentendible su figura.

La puerta de la entrada está abierta de par en par, sin ninguna seguridad. Por los alrededores deambulan personas encapuchadas en túnicas blancas, es lo mismo en el interior, todos están uniformados y esconden su rostro.

Hacen juego con Selina.

Parece una congregación; las paredes están pintadas de crema, hay unos afiches clavados en un tablero y al fondo distingo la entrada a la capilla. Las personas se desplazan entre ellas sin hacernos caso, solo un sujeto se nos acerca, su boca es lo único visible.

Dios los está esperando ─se da la vuelta. Teo lo sigue y el resto también.

Nos lleva a un pasillo con poca luz, los muros son azules grisáceos con diversos diseños simbólicos. Apenas distingo al encapuchado blanco y eso porque su túnica despide tanta claridad que es molesto.

─Era cierto eso de que Dios ya sabía que estábamos aquí, ¿No es escalofriante? ¿Qué tal que sea una divinidad real? ─murmura Hacks a modo de confesión en mi oreja, lo cual, me hace dar dos pasos al costado.

─Puede que tenga informantes en el pueblo, cualquiera pudo ir corriendo a contarle y más con lo mucho que demoramos en venir acá ─él hace una mueca, mi respuesta no le ha divertido.

─Prefiero pensar que estoy por conocer a un Dios real, eso es mucho más emocionante, ¿Verdad, Selina? Tal vez Él pueda presentarte a Lucifer y a su horda de demonios ─dice sin un ápice de burla. El brillo en los ojos de Selina la hace salir de su caparazón─. Puede poseer artículos divinos, libros sobre sectas o rituales antiguos, ¿no te gustaría meterte en su habitación y registrarla de arriba a abajo? ─susurra convincente, actuando como un diablito. Las mejillas de Selina adquieren un tono rojo, luce embelesada y excitada.

─Él no va a tener ninguna de esas cosas. Selina no lo escuches, está inventando ─digo a su lado, vengo siendo el ángelito.

─ ¿Inventos? ─pregunta desilusionada.

─Solo deduzco que en este santuario debe haber varios tesoros. Es un lugar sagrado, alguna de las pertenencias de estos sujetos puede servirte para tus rituales, incluso podrían incrementar tu conexión con las fuerzas oscuras y lo paranormal, ¿No te da curiosidad, Selina? ─cuchichea en su oído y posa una mano sobre su hombro. Selina está tan embriagada en ilusiones que no presta atención al tacto de Hacks.

─Tengo curiosidad ─afirma. De pronto, su actitud se torna firme, la chica taciturna ha desaparecido.

─Vamos a escabullirnos juntos ─sonríe de oreja a oreja. Su voz seductora se asemeja a un demonio tramposo.

─ ¡No podemos separarnos! ¡Hacks, ya basta! ─chillo intentando no subir el volumen. Los dos papás van adelante con el monje sin prestar atención a la situación de acá atrás.

─Llévame hacia los tesoros ─ordena sombríamente. No titubea al hablar, endereza la espalda y deja ver su rostro empalidecido. Noto sus ojos afilados, tienen un bonito color púrpura.

─Será un placer acompañarte a explorar la mazmorra ─la sonrisa ladina no se va de su rostro. Ambos me ignoran y se escapan por el pasillo lateral.

¡Maldición! ¡Me dejaron con los ogros!

No apresuro el paso, mientras más demoren en enterarse que Hacks y Selina se han ido mejor, así aplazo el regaño por no frenarlos.

Atrapada en otro mundoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora