Capítulo 98 Parte 4

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SELINA

Deambulo por el bosque detrás del santuario. Teo me ordeno que peleara contra la piedra del granizo y la piedra de la invocación; sin embargo, hasta ahora no me he encontrado con ninguna. Supongo que debí atraerlas hacia mí desde el principio; pero estaba tan distraída pensando que Teo olvidaría recuperar el libro que me arrebato ese chico que en su lugar, me puse a seguirlo yo misma. Él no me noto, se escondió entre unos arbustos mientras observaba a Teo luchar contra la piedra. Al acercarme me percate que ya no cargaba el libro. Me desilusione y me marche.

Ahora estoy perdida y sin libro. Quería tanto hojear sus páginas amarillentas y con olor a moho. Seguramente hay más secretos escondidos en el Tomo II como hechizos humanos, pociones, magia ancestral. Imaginarlo hace que mi sonrisa se expanda y que ría encantada.

Solo quiero tener el Tomo II en mis manos. Tal vez, debería buscarlo.

Me detengo. Al frente, no muy lejos, está sentada sobre una gran piedra circular, una chica de cabello purpura. El lazo rojo que lleva puesto la hace destacar mucho y el traje rosa me genera nauseas.

Como puede usar ese color tan llamativo.

Está de perfil meciendo las piernas. La luz recae sobre su cuerpo, iluminándola.

─ ¡Brillante! ─me tapo el rostro con el sombrero. Las cosas resplandecientes me lastiman.

Ella escucha mis chillidos y voltea a verme con ojos muertos. Su piel parece de porcelana, tan reluciente y fina. Verla hace que mis pupilas sufran. Su condición de muñeca artificial la hace parecer de mentira. Tiene el mismo rostro lindo y angelical que la elegida.

¡Pero es molesta! ¡¿Por qué brilla tanto?!

¡Su aspecto es más cuidado!

¡No se compara a la dejadez de la elegida!

Ya veo, por eso puedo estar cerca de ella. Es andrajosa como yo, eso la convierte en un ser no brillante.

La chica se pone de pie sobre la roca. Solo alcanzo a ver sus zapatos rojos, el sombrero me tapa el resto de su cuerpo. No puedo recordar que piedra es. Ojala sea una de las dos que me toco. No quiero que Teo me reprenda porque luche contra la piedra equivocada. Se enojara porque no le preste atención.

─ ¿Cuál piedra eres? ─pregunto dudosa. El silencio que le sigue es desalentador─, ¿Eres Invocación o Granizo?

La chica se quita el lazo y lo lanza, sus manos se mueven frenéticamente para después crear un rayo carmesí que atraviesa el moño. Vuelvo a tapar mis ojos, el brillo rojo me ciega. Las luces son tan molestas. Rechino los dientes por verme expuesta a este tipo de magia.

Bajo las manos y veo la criatura que esta parada frente a mí. No puedo creerlo, me hago hacia un lado el cabello que tengo en la cara para poder ver mejor. Un perro de tres cabezas envuelto en llamas gruñe mientras la saliva roja se derrama por sus hocicos. Estoy sin palabras, mis mejillas se alborotan y la melena negra se me encrespa.

 Estoy sin palabras, mis mejillas se alborotan y la melena negra se me encrespa

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Atrapada en otro mundoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora