Capítulo 89

1K 128 18
                                    


MICHELLE

Mi estancia en el castillo es insoportable. Selene se las ha ingeniado para arrastrarme con ella hacia el interior, dejándome expuesta ante su alteza. El Príncipe no me dirige su atención, está muy ocupado respondiendo a todas las preguntas que le hace Selene sobre nuestros recién viaje.

Me distraigo admirando los grandes jardines reales, su espléndido verdor siempre logra embelesarme y hacerme olvidar el mal trago que paso en el palacio.

─ ¡Princesa Selene! ─exclama una voz masculina. Se trata de Revier, el guardaespaldas de Selene, llega apurado, casi sin aliento─, ¿Dónde se había metido? ¡La busque por todo el pueblo!

─Oh, Revier, me perdí; pero me encontré con Michelle y ella me ayudo a llegar al castillo ─explica sonriente. Yo solo quiero que me trague la tierra.

─Perdón por todos los inconvenientes que le causo la Princesa ─Revier se inclina, se pone recto y me entrega una bolsita chocolate─. Acepte esto como pago.

─ ¡Revier! ─lo regaña Selene, su rostro se ha puesto rojo─, no soy una niña pequeña. No debes pedir disculpas por mí, ni ofrecer dinero.

─Está bien, no me molesta ─acepto la bolsa. Después de todo, la Princesa si me está causando inconvenientes y no veo nada de malo en recibir dinero a cambio de mi sufrimiento.

─Eh, no tienes que aceptarlo...

─Ya lo hice ─guardo el dinero en mi bolsillo. Podre darme un festín luego.

─Michelle, cómprame caramelos, los que vende la señora Austin son riquísimos; a mamá le encantan; si me los compras puedo darle algunos y a ti también; pero no le digas a mi hermano, es tan glotón que se los comería todos ─comenta Izán entusiasmado. Llevaba tanto tiempo callado que había olvidado que me acompañaba.

─Veremos ─respondo robóticamente y prosigo─, ¿Tú no te ibas a quedar callado?

─Solo en el camino; pero ya llegamos ─corretea hacia Selene y se aferra a su traje─. Chica bonita, dime quien eres. Prometiste decirme si me quedaba callado y cumplí.

─Que niño más tierno ─lo aprieta contra ella mientras Izán disfruta de la atención recibida─. Te diré, soy Selene Mirainos, princesa de Kalastian.

─ ¿Kalek? ¿Qué es eso?

─Kalastian, es un reino del oeste.

─ ¡Eres una princesa! ¡Increíble! ─suelta a Selene y retorna a mi lado─. Les diré a todos que conocí a una princesa de tierras lejanas. Billy Bern se morirá de envidia.

─Por supuesto, pero debemos irnos ─le doy la razón y lo tomo de la mano para retirarnos.

─Michelle, espera ─pronuncia Selene y la maldigo, estuve a punto de salirme rápido de este embrollo─. Ya que estás aquí, quiero informarle a Marcus sobre nuestro viaje en grupo.

─ ¿De qué viaje hablas, Selene? ─cuestiona serio El Príncipe. Me limito a mirar hacia el jardín.

─Él que haremos los dos juntos. Michelle me dijo que se están tomando un descanso; y desde hace tiempo he querido que hagamos un paseo, que mejor ocasión que ahora que estás libre y que tienes que ir a Malakin, un reino tan turístico y bello ─explica con alegría. No quiero ver la cara del Príncipe, debe estar simulando tranquilidad.

─Solo voy a recoger una recompensa, es algo que no me tomara más de un día. Además, ese viaje lo iba a hacer solo ─dice cuidadosamente. El silencio de Selene es evidente─. No me malentiendas, yo también quiero pasar tiempo juntos; pero ahora mismo no puedo pensar en hacer un viaje por diversión cuando estoy a punto de terminar el que ya estoy haciendo. En cualquier momento el sabio tendrá la información que necesitamos para irnos otra vez y no puedo atrasar la misión ─su voz suena apacible; pero dudo que eso convenza a su prometida.

Atrapada en otro mundoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora