Capítulo 42 Parte 2

1K 141 6
                                    

MICHELLE

─Ya te enterarás de mi plan, por ahora debemos escapar sin que nos vean ─responde casualmente, tal parece que la única que se pone nerviosa constantemente soy yo.

Tengo que dejar de hacer estos papelones.

─Dices que tengo que ser yo, pero dudo que pueda usar mis poderes sin ser descubierta ─aclaro mi voz, basta de tartamudeos.

─Lo tengo resuelto ─saca unos pequeños objetos ovalados y los sostiene en sus manos─. Con estos aparatos puedes activar magia desde lejos. Yo los colocaré mientras tú me esperas aquí.

─Ten cuidado ─murmuro mostrando mi preocupación. Él se marcha antes de escucharme.

Me quedo sola en mi escondite secreto, rodeada de oscuridad y del sonido terrorífico de la noche. La idea de quedarme sola no me agrado para nada; pero no podía intervenir en el plan del Príncipe, ya que si no fuera tan torpe, no estaríamos metidos en este lío.

Me abrazo las piernas para disminuir el temor. Fijo la vista a mis rodillas para huir de las siluetas escalofriantes que se trazan en la penumbra. Mi cerebro es muy rápido para imaginarse cosas que no existen y aterrorizar más a mi corazón, por lo que no le daré la oportunidad si quiera de dejarse llevar.

Espero que El Príncipe regrese pronto, no podría resistir estar tanto tiempo sola y a oscuras. Sé que no me abandonará..., o eso quiero creer.

***

El tiempo corre junto con el viento helado de la noche, azota mi cordura y mi cuerpo que se congela con tanto frío. Me hace falta una buena fogata que me recomponga y el avistamiento de un chico rubio, que sigue sin aparecer. Mis miedos vibran con cada segundo que pasa sin tener noticias de él. A lo mejor, se alejó bastante para que nuestro escape sea más efectivo.

¿Y si lo atraparon? Dios no.

¿Qué sería de mi sola en este bosque? no tardarían en encontrarme a mí también.

¡Basta! ¡No debo ser negativa! ¡El Príncipe regresara pronto, solo debo esperar un poco más!

Escucho ruidos cerca de mí, el corazón se me acelera de inmediato. Aprieto los puños e intento moverme sigilosamente. Si se trata de algún soldado debo atacarlo antes de que me caiga encima. Aunque dudo que no venga acompañado, mis acciones deben ser más rápidas que las suyas.

Me pongo de pie lentamente y levanto un palo de madera. Mientras escudriño mí alrededor juro ver una sombra negra deambulando entre los arbustos, esta se arrastra desesperada hacia mi escondite. Me quedo entumecida presa del pánico, el pecho me arde tanto que duele, y mi respiración se corta por temor a ser escuchada.

Cuando la siento muy próxima, espabilo y dirijo el arma hacia el frente con toda la fuerza que puedo. El palo se agita en el aire sin impactarse contra algo, la figura del Príncipe ha eludido mi golpe y se ha posicionado a un costado. Cuando lo veo suelto una gran bocanada de aire, menos mal mis temores no se materializaron.

─Casi me partes eso en la cabeza ─refunfuña molesto. Suelto mi arma y me encojo de hombros.

─Necesitaba protegerme de los soldados ─me justifico, él tiene la culpa por acercarse tan sospechosamente.

─Como sea ─resopla exhausto y me entrega una pequeña esfera plateada─. Ahora es tú turno, debes concentrar la magia en este objeto y ella se manifestará en el lugar donde se encuentran los aparatos mágicos.

─ ¿Tiene que ser muy potente? ─pregunto mientras encierro la esfera entre mis manos. No tengo mucha confianza en el alcance de mi magia, apenas y puedo crear un cubito de hielo decente.

Atrapada en otro mundoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora