Atrapada en otro mundo

Capítulo 17 Parte 1

MICHELLE

Suelto un gran suspiro cargado de alivio, si no hubiera intervenido la situación se hubiera puesto peor de lo que ya es; este idiota abre la boca cuando no debe y cuando quiero que hable no lo hace.

Qué ironía.

─ ¿Por dónde empezamos a buscar? No creo que se encuentre en un lugar visible después de todo es el núcleo de la cabaña ─me cruzo de brazos.

─Debe ser alguna zona donde su espíritu está más concentrado, donde su alma se encuentra más corrompida y sensible ─comenta mientras da unos pasos alrededor inspeccionando la habitación.

─En ese caso, ¿no sería el lugar donde murió? ─pregunto.

No responde, sigue deambulando por la habitación y moviendo algunas cajas viejas.

─En el diario no decía donde llevo a cabo el suicidio ni como ─me coloco una mano en la barbilla pensativa─, pero por las marcas en sus muñecas es obvio que se cortó las venas y murió desangrada.

El Príncipe no me presta atención, continúa revolviendo sin cesar, mueve más cajas o cualquier objeto que se le atraviese en el camino. Lanza libros de los estantes al suelo provocando que se genere un aire lleno de polvo y suciedad. Toca las paredes como si estuviera buscando algo en ellas que ni el mismo sabe. Lo observo confundida mientras me quedo quieta, prefiero esperar a que se detenga a preguntarle y que me ignore por completo.

Luego de lanzar unas cuantas cosas, empuja un pesado estante con todas sus fuerzas, parece costarle; aun así sigo parada sin moverme, si lo ayudo me dirá que soy un estorbo. Mientras el estante se va corriendo me parece ver algo en la pared que se distingue de ella. No logro apreciar que es exactamente hasta que el estante deja de obstruirme la vista.

Ante mí una puerta de acero oxidada y en muy mal estado aparece; es realmente tenebrosa, no solo por el aspecto sino también por su ubicación.

¿Quién pone una puerta detrás de un estante? Esto parece sacado de una película de terror.

─ ¿A dónde llevará esta puerta? ─pregunto ansiosa mientras la observo con miedo.

─Al laboratorio ─responde cortante y extiende su mano para jalar la manija.

─ ¡Espera! ─grito y lo detengo colocando mi mano sobre la suya─, ¿Vas a entrar así sin cuidado? no sabes lo que nos espera detrás de esta puerta. El diario decía que el esposo se había involucrado con la magia negra, ahí dentro deben haber objetos peligrosos.

─Ahí debe estar la piedra, seguramente luego de asesinar al esposo la mujer se quitó la vida ahí mismo ─responde e intenta jalar la manija nuevamente pero lo retengo. Comienza a fastidiarse.

─ ¿Cómo sabías que la puerta estaría aquí escondida? ─pregunto desconcertada, en el diario no mencionaba la ubicación.

─La puerta estaba trancada, eso quiere decir que en esta habitación ocultaban algo. Solo había que revolver un poco ─me retira la mano con brusquedad─, quédate aquí sino no quieres entrar pero no me estorbes más.

Me hago a un lado molesta y respiro profundo para no explotar del enojo. Siento como se sube la sangre a la cabeza cuando escucho sus palabras.

¡¿Estorbo?! ¡Si no fuera por mí ahora mismo estaría quemándose en las brasas del infierno con la mujer fantasma!

¡La próxima vez dejaré que le den una buena lección; a ver si así aprende a no ser tan altanero y orgulloso!

─Voy contigo ─digo tajante sin mirarlo.