Percy Jackson el señor del invierno

Muerte y deseo

Punto de vista omnisciente. (tercera persona)

Se podía ver a una mujer tomando el sol en la playa, ella llevaba puesto un bañador de dos piezas de color azul y negro, tenía el pelo castaño y un poco ondulado y su piel estaba bronceada.

Ella había decidido ir de vacaciones a Montauk, para desconectar un poco de la perdida de sus padres debido a un accidente aéreo, alquiló una pequeña cabaña cerca de la costa y se fue a tomar el sol un poco en la playa. Pero lo que no sabía es que un hombre que estaba en el mar no le quitaba los ojos encima, este hombre era alto, con el pelo negro y los ojos de un color verde mar, tenía también una barba de tres días y vestía con una túnica de color blanco, como si fuera alguien sacado de la película de 300.

Él no podía dejar de admirar su belleza. No podía aguantarlo más, chasqueó los dedos y su vestimenta cambió a un bañador de color azul con flores, al estilo hawaiano.

Se acercó con mucha calma hacia donde estaba ella y con una respiración profunda empezó a hablar con ella.

Punto de vista de Sally.

Mientras estaba tan tranquila tomando el sol noté como alguien estaba intentando hablar conmigo, al abrir los ojos me quedé un poco sorprendida, es como si tuviese a un dios griego delante de mi.

- Hola, soy Peter - se presentó él - ¿Podría saber como se llama usted?.

- Me llamo Sally Jackson - le dije a Peter.

- Bonito nombre - dijo con una sonrisa - ¿Sabrías decirme si te dolió?.

- ¿El qué? - oh dios, que no me diga que soy un ángel.

- Cuando caíste del Olimpo - dijo él - tu belleza es digna de una diosa, y eso no se lo digo a todas.

- Vaya, ¿es que el señor ha intentado ligar mucho? - le dije con una pequeña sonrisa.

- No, llevo mucho tiempo sin ligar, pero que mucho tiempo - dijo él - ¿Qué le parece si continuamos esta conversación en una comida o cena?.

- Vale, ¿por qué no? - le dije con una gran sonrisa.

Él asintió y se fue. Cuando estaba lo suficientemente lejos yo solté un gran suspiro, no podía creer que un hombre así me hubiese pedido salir, es magnifico, como si brillara o algo así.

Punto de vista omnisciente.

Sally se preparó para su cita, ella se vistió con un bonito vestido azul y unos tacones negros. Cuando se encontró con Peter, él la llevó a un restaurante elegante.

En la cena ellos rieron y se lo pasaron bien, por lo que decidieron volver a salir, y esa cita llevó a otra y esa a otra más, hasta que un día su amor hizo se que sus cuerpos se volvieran uno.

Unos días después de esa cita en concreto, Sally empezó a sentirse algo rara, temiendo lo que podía ser decidió comprar un test de embarazo, tras recibir el resultado ella se quedó con los ojos y la boca muy abiertos, era positivo.

Corriendo fue a la playa, ya que Peter siempre estaba allí. Cuando lo encontró estaba saliendo del agua, pero esta vez estaba muy raro, estaba vestido con una túnica y llevaba un tridente en su mano izquierda.

Punto de vista de Sally.

- ¿Peter? - pregunté en voz alta.

- ¿Sally? ¿Qué haces aquí? - preguntó él.

- Tengo algo que decirte - le dije ignorando su vestimenta - y es algo muy importante - cuando le dije eso él se puso algo pálido.

- ¿Estas embarazada? - preguntó él asustado y cuando yo asentí se puso peor - dioses, cuando se entere Amfitrite se va a poner hecha una furia, y cuando lo haga Zeus me echará del Olimpo.