La cámara de la esfinge

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Alguien entró en la sala solo para decir que habían localizado la cámara de la esfinge. El grupo de semidioses, rápidamente, salieron de la sala y fueron por un camino que había  señalizado por una carteles para que no tomasen el camino equivocado.

Todos iban tan rápido como podían, lo más paradójico era que Grover corría más rápido que los demás para llegar a la sala donde tenía que estar el monstruo. El camino era muy largo, aunque corrieran a toda velocidad no habían llegado todavía por lo que se vieron obligados  descansar en una sala grande que habían declarado ellos como una sala de descanso.

Todos se fueron a sentarse un rato en cerca del hogar que había en la mitad de la sala para beber un poco de agua. Mientras descansaban Percy se quitó el parche para que su herida pudiera respirar un poco y no se le infectara, también intentó abrir el ojo, pero le dolía demasiado como para seguir intentándolo.

- ¿Cómo te encuentras? - Dijo Luke al ver a Percy.

- Bien. - Dijo este. - Solo que me duele al intentar abrir el ojo.

- Eso es normal. - Dijo Clarisse. - Es por la costura. Te tirará de la piel cada vez que lo intentes, hasta que no te quiten los puntos no podrás abrir los ojos.

- Que asco. - Dijo Percy con fastidio mientras posaba sus dedos por encima de la costura notándola y dándole mal rollo.

- ¿Hay alguna forma de quitárselo antes de tiempo? - Preguntó Bianca al saber los efectos de la ambrosía.

- Lo siento pero no podemos hacer eso. - Dijo Luke negando con la cabeza. - Lo que pasaría si hacemos eso sería arrancarle los puntos, abriendo así la herida, y la ambrosía quemaría a Percy. Lo que tendría que hacer sería que un hijo de Apolo le trate, y como ninguno de nosotros lo es solo podemos esperar a que volvamos.

Percy solo bufó con molestia por la contestación que le había dicho el hijo de Hermes. Poco después se volvió a poner parche en el ojo para  que unos minutos después volvieran a correr para la sala de la esfinge.

Tras correr unos minutos más llegaron a una puerta que parecía estar rota y con muchas grietas. Todos se miraron y abrieron las puertas con muchas fuerza para conseguir dejar una pequeña apertura por la que pudieron pasar a una sala que supuestamente tenía dos pilares uno en la que estaba el monstruo y el otro donde se tendría que poner el aspirante para que contestara su acertijo.

La sala estaba completamente destruida, los pilares estaban en el suelo y había signos de batalla como cortes en las paredes y signos de garras por el suelo junto con algunas manchas de sangre en distintas partes de la sala alarmando un poco al sátiro y a la hija de Hades.

- ¿Qué ha pasado aquí? - Preguntó Bianca observando la sala.

- Lo más seguro es que los leales a lo titanes la hayan secuestrado. - Dijo Luke mirando la sala con mucha atención.

- ¿Por qué? - Dijo Clarisse confundida.

- Porque la esfinge es el monstruo más sabio de todos los que hay. - Dijo Percy investigando todas las marcas que había en la sala. - Si quieren hacer algo su sabiduría sería lo mejor que podrían tener.

Ellos parecieron sorprenderse. Solo pensaban que la esfinge te permitía entrar en una zona en la que costaría entrar, lo que vendría siendo la sala final del jefe de un juego. Y si se la habían llevado a la fuerza tendrían que saber a donde la tendrían retenida para rescatarla.

Sin dudarlo ni un segundo todos fueron a buscar todos los indicios que les pudiera decir por donde se lo habrían llevado a la fuerza. Tras un rato investigando pudieron llegar a la conclusión de que habían entrado a la sala por la puerta que custodiaba la esfinge haciendo así un ataque sorpresa sobre la bestia, pero no les resultó fácil ya que se defendió pero al final ganaron y se fueron por donde habían venido.

Percy Jackson el señor del inviernoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora