De camino hacia Atlas

3.7K 244 13
                                    

Percy caminaba de un forma muy enfadada hacia la casa grande, haciendo que casi todos los semidioses se apartaran de su camino. Además, por donde pesaba el semidiós canadiense crecía la escarcha y el hielo por el suelo provocando que algunos sátiros se cayesen al suelo en más de una ocasión.

En cuanto llegó a la casa grande vio a Quirón sentado en una silla de ruedas con una carpeta en sus manos mirando las estadísticas de un semidiós y su progrese desde que entró en el campamento, mientras que el director del campamento estaba sentado en un sofá jugando un solitario con una baraja de cartas con una lata de pepsi a su lado. Cuando los dos notaron que descendía la temperatura se dieron cuenta de la presencia del canadiense.

- ¿Puedo saber qué haces aquí Peter Jonson? - Dijo Dioniso cambiando el nombre de Percy nuevamente. - ¿Y podrías sostener la lata por mi un momento?

- Puis-je savoir pourquoi je vais partir en mission de reconnaissance à laquelle je ne veux pas aller? (¿Se puede saber por qué voy a ir a una misión de reconocimiento a la que no quiero ir?) - Dijo Percy muy enfadado con el dios del vino y el centauro.

- Entiéndelo Percy. - Dijo Quirón en un tono suplicante. - Tú eres uno de los mejores semidioses que ha habido en el campamento y fuera de el. Necesitamos tu ayuda para esta misión ya que es en un sitio muy peligroso.

- Et qu'est-ce que ça m'importe? (¿Y eso mí qué me importa?) - Dijo Percy igual de enfadado que antes mientras apartaba la lata de pepsi de él.

- Te comprometiste a ayudarnos. - Dijo Quirón casi suplicando.

- Te equivocas. - Dijo Percy un poco más calmado. - Solo me comprometí en ayudar a mis amigos. Y el campamento no es amigo mio que yo recuerde.

Quirón quiso hacer o decir algo, pero no pudo porque Percy se había ido de la instancia congelando el suelo a su paso por el campamento. No queriendo que los hijos de Apolo tuvieran más trabajo que hacer, decidió ir al bosque a intentar calmarse un poco. Caminó por el bosque hasta que llegó a un montículo de tierra en el que se sentó. Allí empezó a pensar un poco en lo que se había metido, tendría que ir a un montón de misiones en nombre de esos malditos olímpicos que no han hecho otra cosa que complicarle la vida cada vez que se presentaban ante él. El único lado bueno que tenía estar en este campamento era que veía a su tía Hestia cada vez que tocaba comer en el campamento y que recibía cartas de sus tías Afrodita y Hera por mensajería Hermes. Estaba tan metido en sus pensamientos que no notó como una ninfa se había sentado a su lado.

- Perdona por molestarte pero... ¿Tú no seras Percy verdad? - Dijo la ninfa causando que el susodicho diese un pequeño salto por el susto que le habían dado.

- ¿Quién lo pregunta? - Dijo él un poco receloso por lo que habían intentado hacer algunas ninfas del lago.

- Soy Enebro. - Dijo ella con una sonrisa. - Soy la novia de Grover.

- ¿Qué pasa señorita Enebro? - Dijo Percy con un poco de educación.

- Solo quería decirte que fueses a la misión. - Dijo ella causando una mirada fría del semidiós. - Deja que te explique. En cada misión siempre va un sátiro, y en esta va a ir Grover. No quiero que le pase nada, y por lo que me han contado eres muy fuerte. Por favor, ¿podrías cuidar de él?

Percy guardó silencio por unos segundo, sopesando si hacerlo o no. Ese sátiro nunca había intentado ser más cercano a él, siempre se había mantenido alejado pensando en que podría hacerle daño o algo. Pero ya que su novia se preocupaba tanto por él como pedirle ayuda a un semidiós que no le gustan sus dioses, decidió ayudarlo solo por esta vez.

En el campamento.

Bianca Estaba sentada en la mesa del comedor junto a Silena hablando sobre la misión que habían dicho los monitores del campamento. Ella estaba estaba preocupada porque Percy había sido llamado líder de la misión.

Percy Jackson el señor del inviernoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora