Luke estaba inquieto, sabía que iba a pasar algo pero no sabía cuando iba a suceder y eso le ponía de los nervios, por lo que había escuchado de os hijos de Hefesto que estaban con él parecía que un ambiente muy chungo que llevaba a los semidioses a ponerse en total alerta.
Actualmente Luke estaba enfrente de la entrada del parlamento con una mirada completamente seria, algo muy raro en él. Algunos pensarían que por fin había madurado, otros que estaba pensando, y luego estarían los que están en lo correcto, Luke estaba serio por lo que pasaría. Él sabía que debería blandir su arma para acabar con la vida de otra persona, había visto lo que podía hacer eso a una persona, por ejemplo, Percy pasó a ser más serio de lo habitual y a ser reacio para pelear, de antemano sabía que cometer tal acto podría tener grabes consecuencias para la mente de una persona, puede que sea un chico de casi veinte años pero se negaba a tener que hacer nada en contra de otra persona o mestizo, por lo que se estaba mentalizando por si legara el caso de tener que acabar con una vida.
- Luke. - Dijo un hijo de Atenea. - Tenemos movimiento. - Dijo captando total atención del hijo de Hermes. - Los hijos de Hefesto han conseguido que las cámaras de seguridad de la calle funcionen y tengamos nosotros total vigilancia .
- Eso es estupendo. - Dijo Luke con una sonrisa. - Y dime, ¿qué habéis visto por las cámaras?
- Hemos visto a unas cuantas arpías que estaban con dos adolescentes con armaduras de acero estigio. - Volvió a informar. - Pero los hemos visto por la parte opuesta a la que encontramos el pelo de perro infernal, por lo que hemos llegado a la conclusión de que estábamos equivocados y que habíamos caído en una trampa muy simple, te pido disculpas por no haber sido capaz de descubrir algo tan simple en un momento como este.
- No pasa nada. - Contestó Luke. - Lo has enmendado con lo de las cámaras, quiero que planees una estrategia acorde con la situación en la que estamos.
Con eso dicho, el hijo de Atenea había salido a su sala de estrategia improvisada para planear dicha estrategia que le había mandado su general. Mientras tanto Luke sacó y miró su espada Backmiter (NA: no sé si se escribía así el nombre, si me lo dice alguien tendrá mi eterna gratitud), los hijos de Hefesto se la hicieron cuando había llegado al campamento cuando acabó la misión de los hermanos Di Angelo, estaba fabricada con acero templado y broce celestial. La hicieron así para experimentar por si algún mortal llegara a enloquecer a ver a través de la niebla y no atendía a razones y atacaba.
Pasaron unos minutos y todos los semidioses fueron a la sala de estrategia donde los hijos de Atenea habían planeado una estrategia de defensa en la que podría pasar a atacar en un momento en el que podrían estar en una apuro. Poco después todos comenzaron a prepararse para un ataque por parte de los semititanes, de los cuales no sabían los poderes que podían tener, ni si quera si era un semititan el que los lideraba.
Unos segundos después todos estaban armados y protegidos con sus armaduras y armas de bronce celestial. Sabían que dentro de poco vendría algo, pero grata fue su sorpresa cuando u brillo cegador invadió todo el campo de visión de los semidioses haciendo que todos se viesen obligados a cerrar los ojos, aunque así tampoco podían evitar el dolor de ojos que provocaba la luz. Mientras estaban completamente cegados empezó a sonar una alarma muy constante y repetitiva que ponía de los nervios al hijo de Hermes.
- Nos atacan. - Dijo un hijo de Apolo.
- No jodas genio. - Dijo un hijo de Atenea. - Ya me di cuenta con el brillo que habían mandado el rival.
- ¡Calmaos! mandó Luke con un tono de mando. - Necesito que los hijos de Hefesto logren cancelar esta luz de alguna manera, me da igual si es con una mascara de payaso o con una gafas de ski, pero necesito que los bloqueéis de alguna forma.
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Percy Jackson el señor del invierno
FanfictionSally se ve obligada a abandonar Estados Unidos porque Poseidón repudió a Percy, haciendo que sea más vulnerable a los monstruos, ella se va a Vancouver, pero un día, una jauría de perros del infiernos la atacan hasta casi matarla. Con sus últimas e...