Vandalismo consentido

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Cronos había sentido esa subida de poder en una zona de Manhattan, ese poder era de ese chico llamado Percy. Cronos no era tonto, sabía que en su cuerpo estaba había una mezcla de sangre muy anormal en todo el mundo que Cronos había conocido. La sangre que había en ese cuerpo era divina pero su cuerpo era mortal.

Mientras Cronos pensaba en lo que estaba pasando con el supuesto semidiós con sangre divina notó que esa fluctuación de poder se hizo más y más grande mientras se enfrentaba al hijo del titán pero notó como la vida de su hijo fue apagada en tan poco tiempo, aunque eso no pareció importarle mucho, quería conocer a ese chico.

Cronos sonrió de oreja a oreja, se transportó y se encontró con sus nietos. En cuanto estuvo delante de ellos pudo ver como su presencia les hacía daño por su legado con el titán del tiempo. Cronos intentó que Percy se uniera a sus tropas pero no consiguió que se uniera a sus filas.

Después de ese intento Vio como los semidioses salieron corriendo por las calles. Ante eso Cronos soltó un suspiro y se transportó a donde estaban todos sus soldados encabezados por Atlas. - Bueno hijos míos, quiero algo muy sencillo. - Dijo el rey de los titanes a todos los que estaban escuchando. - Id y localizad a todos los semidioses que hay en la isla de Manhattan, no pueden estar muy lejos, además si los encontráis encontrareis al Olimpo. - Informó Cronos con una sonrisa de suficiencia. - El primero que me traiga al hijo de Poseidón y destruya los tronos de los dioses tendrá una recompensa, lo que quiera, pero tiene que cumplir con lo que le he pedido.

Ante ese informe todos rugieron en vítores diciendo cosas como "Yo quiero ese premio" o "Muerte a los semidioses". Entre todos ellos estaba Atlas con una sonrisa muy confiada en su cara, desde que se liberó de su prisión gracias a uno de sus estúpidos hijos estaba disfrutando de sus días de libertad.

unos segundos después de que se hiciera el anuncio el lugar se quedó vacío dejando solo a Cronos con una sonrisa que dejaría a más de uno con la piel de gallina por la pinta que tenía. Él tenía la completa convicción de tener la victoria ante esos seres de tercera generación.

Él se puso cómo en un asiento como un sofá orejero y se sirvió una copa de vino tinto que tomaba un sorbo mientras disfrutaba de un poco de música que insultaba a los propios humanos, reggaetón.

A él no le hacía falta tener un mensaje de Iris para estar pendiente de las peleas que habría por la ciudad el próximos minutos. Cerró los ojos para concentrarse en toda la destrucción que había en la ciudad, por ahora solo había un foco causado por su sobrino y lugarteniente Atlas.

Cronos estaba que no cabía en sí de gozo. Nada más terminar su combate con Zero, Percy, ya estaba gastando energía con otra pelea, esta era una oportunidad perfecta para tener una oportunidad de una gran victoria. La pelea duró un poco en el que el poder de Percy fue disminuyendo paulatinamente, pero casi tira su copa cuando notó la subida de poder del hijo de la diosa de la nieve para luego notar la muerte de su sobrino Atlas a manos de este, pero su sonrisa se hizo más grande al notar como la energía de Percy decaía hasta ser casi inexistente.

Era un gran momento para remarcar su futura victoria. Tiró su copa de vino y convocó a todos los soldados a la zona de reuniones para luego transportarse a la misma sala. No tardó más de unos segundos para que se reuniera con sus compañeros.

- Escuchad intento de ejercito. - Dijo Cronos muy serio llamando la atención de sus soldados asustandolos en el proceso. - Hemos perdido a un buen soldado, algunos lo llamaban padre, Atlas a caído pero tenemos una oportunidad contra los semidioses. - Informó el rey igual de serio que los demos. - Id y causad destrozos con todo lo que queráis, la ciudad es vuestra para lo que queráis. - Todos los titanes y semititanes empezaron a a gritar de euforia por lo que había dicho su líder. - Hacer todo lo que las autoridades nunca os dejaron hacer, ¡sois libres! 

Todos gritaros y salieron corriendo de donde estaban par llegar al exterior e ir a la ciudad de Manhattan montados en un montón de todo terrenos. Cronos estaba contento, sabía que si acababa con la mente del enemigo el cuerpo caería, siendo la mente Percy y el cuerpo los semidioses. Volvió a servirse una copa de vino y se sentó en su sillón y disfruto de lo que llegará en breves momentos.

En a ciudad.

Los semititanes estaban muy contentos por lo dicho, todos ellos estaban montados en los todo terreno armados con sus armas habituales y con armas contundentes como bates y tuberías dispuestos a saquear todas las tiendas que había en la ciudad. Esta vez no estaban siendo comandados por nadie y eso las gustaba.

Estuvieron conduciendo unos minutos hasta que por fin llegaron al punte de Brookling y nada más pisar terreno de semidiós comenzaron a romper papeleras y vidrieras que tenían las tiendas mientras que otros comenzaron a llevarse televisiones y consolas con muchos juegos que guardaron en los maleteros de los coches par luego seguir con su vandalismo permitido por sus padres.

En tan solo minutos había destruido unas cuantas tiendas y arruinado calles enteras, pero eso si, no tocaron a los mortales porque tendrían que ser sus esclavos para cuando los titanes asciendan al trono.

El tiempo pasaba y los semititanes estaban buscando a los semidioses por puro aburrimiento ya que habían saqueado todas las tiendas importantes y no querían saquear ferreterías, no eran John Kramer.

Tras una hora de descontrol por fin lograron encontrar algo, bueno algo. Un aluvión de flechas se clavaron en una zona en la que estaba algunos hijos de titanes, matando a algunos e hiriendo a otros.

- ¡Quietos ahí animales de feria! - Dijo una de las cazadoras de Artemisa. - ¡Un solo paso más y volveremos a disparar!

- ¡Callaos putitas! - Dijo un hijo de Hiperión. - ¡Nosotros somos seres muy poderosos y vosotros estáis sin líder!

Zöe salió de entre las cazadoras y sin dudar un momentos disparó una flecha en la garganta al hijo de Hiperión. Se hizo el silencio, los semititanes asustados por la sangre fría de la hija de Atlas. - Hola hermanos. - Dijo esta con una sonrisa. - Me algra ver que escoria como vosotros sigue con vida, pero encontraros conmigo ha sido lo peor que podríais haber hecho. - Dijo esta con una sonrisa muy fría. - Habéis hecho daño a un chico que considero como mi hermano y no os aprecio para nada. - Dijo para luego alzar y bajar la mano haciendo que otro grupo de flechas asolaron a los semititanes que había en la retaguardia. Os habéis encontrado con un terrible destino ¿Verdad?

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Pido perdón por el capitulo corto. No tengo excusa, ha salido pokémon y me estoy viciando como cuando tenía doce años, lo siento mucho, en serio, solo dos días jugando y ya tengo 7 medallas de gimnasio de las 8 que hay.

Espero que podáis perdonarme y que os haya gustado, hasta la próxima.

Percy Jackson el señor del inviernoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora