crianza

10.6K 707 226
                                    

Cuando Quione se llevó a ese bebé a su palacio, fue directa a la sala del trono y se sentó en el suyo con la criatura en sus brazos, el cual estaba abrazado a su pecho con una ligera sonrisa en su rostro.

- Que comptez-vous faire? (¿Qué planeas hacer?) - dijo Boreas a su hija.

- Lo que le prometí a aquella mujer - le dijo a su padre mientras miraba al niño - lo primero que haré será remplazar la sangre de ese bastardo de Poseidón del cuerpo de mi hijo - dijo muy seria -  para ello, le daré un poco de mi icor dorado con mi bendición.

- Et savez-vous comment élever un enfant? (¿Y sabes como criar a un niño?) - le preguntó su padre con una mirada seria.

- Obviamente soy una primeriza padre. - Dijo la diosa de la nieve. - Pero haré todo lo que pueda para poder criar a este niño, aunque me quede muchos días sin dormir o sin comer, criaré a este niño con todo lo que tengo.

- Ensuite, je vais vous aider ma fille (Entonces, te ayudaré hija mía) - dijo su padre mientras observaba a su hija.

- Muchas gracias padre. - Dijo Quione. - Por ahora procederé a cambiar su sangre divina.

Entonces, la diosa de la nieve cogió al niño y lo colocó en su regazo, haciendo que este se riera y agarrase la fría mano de la diosa para estabilizarse. Quione se llevó su pulgar de la mano derecha, ya que la mano izquierda estaba siendo agarrada por el niño, a la boca y se hizo una pequeña herida en el dedo haciendo que el icor dorado saliese, con una sonrisa acercó el dedo a la pequeña boca de Percy.

El pequeño al ver a la mujer le acercaba el dedo con algo brillante decidió besar la parte de la herida, haciendo que el icor se le pegase a los labios ara que luego Percy se relamiera los labios probando este. Cuando el bebé ya había catado todo el icor de Quione, esta le dio su bendición para hacerle su hijo de sangre.

Cuando la diosa terminó de hacer suyo el niño, la imagen de este cambió, su pelo negro pasó a ser un poco más claro, siendo negro claro y sus ojos pasaron a de ser verde-mar a azul gélido. Quione, al ver esto, no pudo evitar dibujar una sonrisa en su rostro causando que el niño se riera y jugara con la mano de su nueva madre.

- Une question de fille, qu'allez-vous la nourrir? (Una pregunta hija, ¿qúe le vas a dar de comer?) - dijo su padre Boreas - il est trop jeune pour manger de l'ambroisie (es demasiado joven como para comer ambrosía).

- Lo se padre. - Dijo ella con su hijo en brazos. - Yo no puedo puedo salir de este territorio sin que los malditos olímpicos me acusen de atentar contra los mortales, por lo que solo queda pedir ayuda a los boreadas. (NA: no me acuerdo cual de los dos hablaba de una forma un tanto "especial" y cual hablaba con acento francés, si alguien me lo dice estaría muy agradecido)

- D'accord (De acuerdo) - dijo para salir a encontrarse con sus otros hijos. Tras un buen rato apareció con una expresión cansada. - En fin de compte, j'ai réussi à les convaincre, mais l'idée d'être des oncles a plu. (Al final he conseguido convencerlos, pero la idea de ser tíos le ha gustado.)

Al final Quione sonrió y esperó a que volvieran sus hermanos con la comida de su hijo.

Unos días después, más precisamente por la noche.

Era una noche como una cualquiera en el palacio del rey de los vientos del norte, pero había algo que solo se podría escuchar en la casa de una pareja primeriza con un bebé.

En el palacio se podía oír un llanto de un bebé. En la habitación en la que estaba ese bebé estaban cuatro personas rodeando una cuna.

- ¿Pero que le pasa? - dijo Zetes - ¿por qué no se calla?.

Percy Jackson el señor del inviernoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora