Estaban todos en el campamento Mestizo en un silencio sepulcral por lo que había dicho Percy retando a las reglas antiguas. Algunos dioses estaban en conflicto con ellos mismos ya que querían muchos a sus hijos pero ellos no podían lidiar con sus propios problemas por esas leyes que habían tenido que acatar por centenares de años.
- No podemos cambiar las reglas cuando queramos. - Dijo Zeus entre dientes.
- ¿No podéis o no queréis? - Dijo Percy entrecerrando los ojos mientras miraba al rey de los dioses. - Sois dioses, podéis hacer lo que queráis. Ya sea causar enfermedades como Apolo, causar inundaciones como Poseidón o exterminar la humanidad, como lo hicisteis hace unos cuantos siglos atrás.
Zeus ya no dijo nada y solo se limitó a mirar a Percy con un poco de enfado ya que un mero semidiós le estaba retando delante de todos. Se estuvieron mirando durante un buen tiempo. Después de unos segundos los que estaban presentes se dieron cuenta que la temperatura bajaba mientras que en el ambiente se podía oler el ozono. En cualquier momento se podrían haber lanzado a pelearse entre ellos, pero los dioses intentaron retener a su rey pero fue completamente en vano.
Zeus, con un simple movimiento, se liberó de los dioses y fue a por Percy mientras convocaba su trueno maestro. Por otra parte, Percy se mantenía con un rostro frío ante las acciones de Zeus. Cuando el rey de los dioses se dignó a atacar, pero sus músculos estaban agarrotados, casi no podía levantar el brazo sin sentir un dolor semejante a un montón de agujas clavándose en su brazo.
- Yo que tú no me haría enfadar. - Dijo Percy al rey de los dioses haciendo que este sintiese más enfado. - Tú no sabes lo que puede llegar a hacer el frío, la congelación es una muerte indolora si te pilla dormido, pero cuando estás consciente es una verdadera tortura, ahora lo debes estar sintiendo ¿no? - Dijo este haciendo que el resto de los semidioses mirasen a Zeus confundidos. - Sientes como un centenar de agujas se clavan en tu piel con tan solo un movimiento, me pregunto que pasaría si llegase al punto de la congelación y muerte celular.
Ya no aguantaba más insolencias de un me ro semidiós. Zeus con todas sus fuerzas lanzó un centenar de rayos hacia Percy. Este en el momento en el que él canalizaba la energía lanzó una espada de un semidiós al aire para que los rayos impactaran en la espada y no a él.
Puede que Zeus haya librado con titanes y gigantes, pero nunca tubo que luchar contra la temperatura, haciendo así que sus movimientos y su capacidad de pensar fuesen reducidas.
- Ya que tú me has atacado yo haré lo mismo. - Dijo nuestro héroe mientras que creaba unas cantas espadas de hielo a su espalda que apuntaban al rey. Con un simple movimientos las espadas se clavaron en el suelo cerca del dios. - No me vuelvas a tocar las narices y sal a pelear como un hombre, no hagas que unos niños pelen por ti como el cobarde que eres.
Tras decir esto Percy se fue del lugar para no ver más los dioses que tenía delante ya que lo habían enfado de sobre manera. Para tranquilizarse decidió ir al lago para ver como nadaban las nayades.
Para su sorpresa el lago estaba congelado haciendo imposible poder ver como nadaban sus habitantes, pero era perfecto para patinar, que era una cosa que le encantaba a Percy ya que le ayudaba a desconectar. Se puso unos patines y dio un salto para empezar a patinar, él no hacía piruetas solo se limitaba a dar vueltas alrededor del lago llamando la atención de los demás los cuales se fueron uniendo a Percy ya que parecía divertido.
Los hijos de Hefesto se pusieron a hacer patines y empezaron a patinar acompañando a Percy. El resto del día consistió en eso hasta que llegó la hora de vuelta a las cabañas. En cuanto todos volvieron a sus cabañas las temperaturas del lugar, y eso no era culpa de la familia de Percy ya que no estaban en su territorio como para causar tal cosa en todo el campamento.
Por la noche no pasó nada, ningún sueño extraño por parte de nuestros protagonistas por lo que fue una una noche tranquila para nuestros héroes. Por la mañana todos se sorprendieron ya que había nevado tanto que había bloqueado las puertas de las cabañas obligando a los semidioses salir por las ventanas. Poco después todos se reunieron en el comedor un tanto molestos por lo que había pasado en la noche.
- Ya sé que estáis molestos. - Dijo Quirón intentando llamar la calma para los semidioses ya que estaban muy molestos. - Pero tenemos que estar tranquilos.
- Tranquilos y una mierda. - Dijo una semidiós entre los demás. - Supuestamente aquí no nieva tanto como para que tengamos que salir por las ventanas.
- Lo entiendo. - Dijo el entrenador intentando calmar a todos. - Todos sabemos que esto no es normal, por lo que tiene que ser un acto de los titanes.
- ¿Y qué titan puede controlar el clima? - Dijo un hijo de Ares. - Que yo sepa el único que controla el frío y el hielo es Bóreas y Quíone.
- ¿A caso nos estas acusando? - Dijo Percy mientras se levantaba y daba un golpe en la mesa para llamar la atención del que dijo tal cosa.
- Nadie a acusado a nadie. - Dijo el centauro mientras se ponía delante de Percy para calmarlo. - Además, ellos están fuera de su territorio, por lo que no pueden hacer nada a tal escala y están fuera de sospecha.
- ¿Entonces qué es? - Dijo una hija de Atenea que muchos conocían.
En ese momento estalló una ventisca en el campamento, pero fueron protegidos con una muros de hielo creados por Quíone haciendo que estos estuviesen un poco mejor. Los semidioses estaban atrapados en el comedor por la tormenta.
Poco después ya no podían salir ya que habían sido cubiertos por su totalidad por la nieve asustando a algunos semidioses y que otros se enfadasen.
- Esto debe ser culpa de Aurora. - Dijo Percy llamando la atención de todos. - Es una titánide que controlaba el frío, lo más seguro es que sea culpa suya por una posible alianza con Cronos.
- Yo pensé que Aurora se había sumergido en un profundo letargo. - Dijo Annabeth pensativa. - Pero si sabe de la guerra que puede hacer no me extrañaría que se hubiera despertado para ayudar a los de su especie.
- Eso puede ser de ayuda, pero ahora lo que nos importa es salir de aquí. - Dijo Clarisse con su lanza clavada en un muro de hielo. - Si no salimos no podremos hacer nada.
Quíone rodó los ojos y chasqueó los dedos y los muros junto con la nieve haciendo unas escaleras para llegar a la superficie dejando a la vista que todo el campamento mestizo había sido enterrado casi por completo con nieve. Poco después los dioses bajaron a la tierra para ver lo que había pasado con el campamento, al ver lo que había pasado se quedaron algo cerca del shock. Algunos fueron corriendo para ver como estaban sus hijos como Afrodita, Apolo y Hermes mientras que otros como Atenea y Zeus se pusieron a analizar todo lo que había pasado.
Tras una rato de observar ordenaron reunirse con todos los semidioses que había en lo que quedaba de campamento para hablar de lo que van a hacer en un futuro.
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Capítulo corto para la introducción del próximo arco, pero que haya sido medianamente bueno, hasta la próxima.
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Percy Jackson el señor del invierno
FanfictionSally se ve obligada a abandonar Estados Unidos porque Poseidón repudió a Percy, haciendo que sea más vulnerable a los monstruos, ella se va a Vancouver, pero un día, una jauría de perros del infiernos la atacan hasta casi matarla. Con sus últimas e...