El pequeño grupo de semidioses estaba con la bestia en el almacén de armas de la cárcel. Una vez curada completamente intentaron idear una forma de salir del sitio sin que los malos los pillaran.
- ¿Tenemos alguna idea de cuantos y quienes son los que están aquí? - Preguntó Luke mientras los otros escuchaban esperando que alguien respondiera.
- Bueno, está la carcelera del infierno (NA: Si me podéis decir el nombre de la carcelera os lo agradecería, soy incapaz de acordarme de los nombres de personajes tan secundarios como ese). - Dijo la esfinge mientras se tumbaba en una posición más cómoda en el suelo. - He oído que tienen a muchos seres aquí encarcelados, puede que si los liberamos podamos hacer como un motín o podemos convencerlos para que los derrotemos ya que hay semidioses traidores de dioses menores como Nike y Nemesis.
- Puedo hacerme pasar por alguien malo. - Dijo Percy llamando la atención de todos. - Soy el hijo abandonado de Poseidón y adoptado por la diosa de la nieve. - Explicó el semidiós con el parche. - Puedo hacer, se mentir muy bien, Bianca puede dar fe de ello.
- ¿Por qué? - Preguntó Grover confundido.
- Por unos matones. - Dijo Bianca intentando apartar el tema. Pero me niego rotundamente a que hagas ese tipo de cosas. - Dijo un poco enfadada con su amigo. - ¿Te imaginas lo que podía pasar si te llegasen a pillar?
- No pasará. - Dijo Percy intentando calmar a la chica. - Y si llega a pasar algo congelaré el lugar en unos pocos segundos.
- Cambiemos de tema. - Dijo Luke. - ¿Sabes algunos nombres de los semidioses que están con ellos?
- Solo he escuchado tres nombres. - Dijo la esfinge en un tono serio. - Son Edgar, Dawson y Sanson. No tengo idea de quienes son.
- Yo conozco a Dawson. - Dijo Luke llamando la atención de todos. - Es hijo de Eolo. Se fue cuando causó un tornado que arrasó unas cuantas ciudades en una misión.
Tras decir eso todos quedaron en silencio. Si tenían en sus filas un semidiós que puede causar catástofres tan grandes estaban jodido con todas las letras y en mayúsculas. Poco después se oyeron unas pocas voces en el pasillo como si alguien estuviera hablando con otro alguien de cualquier cosa acompañado de un ruido metálico que los seguía como una cría de pato con su madre.
Clarisse agarró su lanza mientras Percy se acercaba a la puerta mientras que de sus manos se podía ver como creaba frío. Con un gesto Percy le dijo a la hija de Ares que el los inmovilizaría par que ella los dejara inconsciente de un golpe. Contó hasta tres con los dedos y abrió la puerta con rapidez para luego congelar el suelo dejando atrapados a los dos semidioses que estaban patrullando para que luego Clarisse les diera una shock con su lanza eléctrica.
Una vez los dos estuvieron inconscientes los metieron en el almacén para atarlos con cinta aislante que había en el lugar. - Bien. - Dijo Percy tras atar al último. - Ahora podemos sacar un poco de información de estos dos. ¿Algunos de estos dos es el hijo de Eolo?
- No. - Les dijo Luke con calma haciendo que Grover suelte un suspiro de alivio.- Pero sé que estos son hijos de Nemesis y que son hábiles con la espada.
- Pero se la hemos quitado. - Dijo Bianca con las dos espadas en las manos para luego esconderlas detrás de unas estanterías. - Ahora tenemos que despertar a uno para que hable.
Todos estuvieron de acuerdo con lo que había dicho la hija de Hades y cogieron a uno que parecí ser más inteligente. Desafortunadamente para el semidiós el encargado para levantarlo era Clarisse y lo despertó de un gran golpe haciendo que este nos mirase con los ojos como platos tras haber tenido un gran susto. Intentó hablar pero le habían tapado la boca con cinta para que no gritase en el proceso de interrogación.
- Mira chaval, to lo voy a decir de una forma muy clara. - Dijo Clarisse haciendo que el semidiós asintiera con la cabeza. - Ahora te voy a quitar la cinta de la boca, pero como grites te cortaré las joyas de la corona con mi lanza, ¿me copias?
Él asintió con mucha energía asustado por la amenaza de la hija de la guerra. Poco a poco, Luke, fue quitando la cinta de la boca del enemigo ganando unos gemidos de dolor del chico.
- ¿No lo podías haber hecho más rápido? - Se quejó él. - Si lo haces del tirón no duele tanto.
- Para de quejarte princesita. - Dijo Clarisse acercando la hoja de su lanza a su cuello. - Más te vale que nos digas todo lo que sabes de este lugar, los que están dentro, lo que son más fuertes y como podemos salir a una zona con aire libre.
El chico tragó en seco sin dejar de mirar la lanza. - Lo único que sé es que no hay más de diez personas aquí dentro más la carcelera de los monstruos, la cual es la mas fuerte seguida de Dawson y Mike un hijo de Eolo y un hijo de Nemesis los cuales se manejan bien con las espadas y si queréis salir al exterior lo mejor será que salgáis al patio.
- Buen chico. - Dijo Clarisse dando unas palmaditas en la mejilla de este. - Ahora duerme.
Tras un electroshock se quedó inconsciente. El pequeño grupo de héroes salió al pasillo con mucha cautela acompañados de la bestia que caminaba lo más silenciosamente posible que podía. Intentando localizar el patio, pero como si fuese una mala broma de las moiras no lo graban encontrar el lugar que le había dicho sus asustadizo prisionero. Eso era frustrante, llevaron a sitios como el gimnasio, enfermería y lavandería. Se podría decir que encontraron todas las salas irrelevantes en la prisión sin llegar al patio.
Tras unos minutos caminando consiguieron ver un cartel en el que ponía patio de presos. En las puertas del patio había unas ventanillas que mostraban el lugar. En ese sitio estaban todos los que estaban en la prisión practicando con armas supervisados por la carcelera.
- Genial. - Dijo Luke. - Tenemos que llamar a Annabeth.
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Último capítulo del año, y también es corto, pero el próximo sera una gran pelea en el patio, espero que os haya gustado y hasta la próxima, feliz año.
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Percy Jackson el señor del invierno
Fiksi PenggemarSally se ve obligada a abandonar Estados Unidos porque Poseidón repudió a Percy, haciendo que sea más vulnerable a los monstruos, ella se va a Vancouver, pero un día, una jauría de perros del infiernos la atacan hasta casi matarla. Con sus últimas e...