Prometeo estaba en el suelo, Si peleaba tendría el tártaro asegurado, pero si se rendía estaría en los campos de castigo sufriendo quemaduras terribles a cada rato. Obviamente prefería los campos de castigo al abismo oscuro que era el tártaro. Pero no podía irse sin luchar.
- Por ahora lucharé hijo de Quíone. - Dijo el titán. - Se que tus actos sin pensar son un grabe problema para mis predicciones, pero pelearé hasta que crea que eres digno de pelear contra mi tío Cronos.
Percy no esperaba esta respuesta, pero tampoco le asombró, después de todo era un titán. No dijo nada como respuesta solo se dio la vuelta y se colocó un poco más alejado de su enemigo. - No voy a decir que esa respuesta no me sorprenda. - Informó ya a una distancia prudente. - Pero te digo que ya soy rival para tu tío, solo es cuestión de tiempo que él caiga a mis manos.
No hubo más palabras. Percy hizo una señal indicando a los semidioses que volvía a haber batalla, por lo que deberían estar atentos. Prometeo invocó su espada de llamas y se puso en guardia. Él miraba para todos lados intentando saber por donde podría venir el primer golpe, pero no pudo defenderse del primer ataque. Un montón de lanzas que salían a su alrededor caían sobre él como si estuviera lloviendo. Percy sonrió, era una de las mejores tácticas de Alejandro Magno, consistía en atacar por el aire ya sea con flechas o lanzas arrojadizas para que luego los soldados avanzasen para rematar al enemigo.
Pero el titán no era tonto. Sabía que no podía defenderse de algo como esto, por lo que con una gran llamarada carbonizó las lanzas para luego crear un anillo ígneo que lo protegía de los semidioses que quería llegar a él con la intención de acabarlo. De la nada un rayo cayó al lado de Prometeo, haciendo que este perdiese la concentración sobre su anillo protector dando paso a los semidioses y magos. Los romanos avanzaban con orden siendo respaldados por los griegos mientras que los egipcios les daban apoyo desde atrás con algún hechizo raro a ojos de Percy.
Todo parecía la escena de un videojuego donde el prota era avasallado por el enemigo, sabía que algo iba a ir mal. Percy no podía quedarse de brazos cruzados viendo como sus compañeros se enfrentaban a Prometeo.
- Percy. - Llamó Zöe a su lado con una flecha prepara para disparar. - Tengo a tiro su cabeza. Ordenes.
- Todo es muy fácil. - Dijo llamando la atención de la cazadora. - Vale que tengamos la superioridad numérica, pero creo que todo esto es muy fácil. Tiene que haber algo que no haya mostrado todavía.
Y como si fuera el pie en una obra de teatro. Perometeo hizo un estallido de fuego que mandó a los semidioses de primera línea a volar por los aires. El impoluto traje de Prometeo estaba ardiendo y sus ojos mostraban llamas, esta debe ser su forma verdadera, solo que no tiene tanto poder como para eliminar a los que son mortales solo con su presencia como lo hacían los dioses.
El titán, ahora con un power up, saltó en dirección de los semidioses que fueron defendidos por un escudo de hielo que se derritió poco después de que lo semidioses se escaparan de las garras del titán. Esto no le gustaba a Percy, habían pasado de tener una victoría casi asegurada a un combate reñido solo por esa forma.
- Chicos, manteneos atrás. - Ordenó Percy. - Bianca y Nico, manteneos de apoyo con vuestras fuerzas esqueleto, Jason y Thalia atacad a distancia con los rayos y arqueros en general cubrirme voy a pelear.
Ellos asintieron e hicieron lo ordenado. Percy caminó lentamente para estar delante del titán mientras bajaba la temperatura, pero lo cotaba con el calor que emitía el titán. Los dos se miraron un tiempo. El sudor caía por la frente de Percy y en el momento en que una gota tocó el suelo los dos saltaron al ataque, uno empuñando su espada de fuego (esta vez más grande) y el otro creando un montón de estacas de hielo que intentaban llegar a su objetivo sin derretirse en ningún momento. El intento de ataque que hizo nuestro prtagonista no llegó al objetivo, el hilo no estaba lo suficientemente frío como para atravesar las llamas de prometeo, pero el ataque de este fue repelido por dos zombies que emergieron de la tierra y un montón de flechas de plata. Por otra parte también fueron lanzados dos rayos hacia el titán que no pudo evitarlos y le dieron de lleno.
Percy no esperaba que le hicieran mucho daño, pero tampoco que no le hicieran cosquillas. Tenía que hacer algo, pero no era una maquina, el cerebro de Percy tenía un límite y no podía hacer que el campo de batalla esté a su favor, había personas con él que no aguantaban el frío. El pensaba a toda la velocidad que podía mientras intentaba defenderse de los mandobles que Prometeo mandaba sin ton ni son. La espada desprendía mucho calor, tanto que casi podía quemar la piel de nuestro héroe con solo pasar a su alrededor sin tocarlo.
Percy estaba un poco desesperado, tenía que pararle y con el calor no se podía concentrar en nada pero gracias a sus compañeros podía mantenerse a salvo mientras intentaba pensar.
Siguieron peleando durante unos minutos, pero ninguno de los dos había conseguido adelantarse. Poco a poco Percy vio una apertura que se realizaba cada vez que Prometeo lanzaba tres estocadas y antes de hacer un mandoble. Esperó hasta que llegó el momento indicado y una vez vio la apertura creó una gran lanza de hielo a -50 grados kelvin. Corrió todo lo que pudo a máxima velocidad y logró clavar la lanza en la parte baja del abdomen pero recibió una patada que lo mandó a volar hasta que chocó contra el suelo.
Una vez en el suelo, sintió una sensación familiar. Como si algo dentro de él burbujeara, siempre sentía eso cuando estaba cerca del agua. Rápidamente levantó la mirada buscando la masa de agua que había encontrado, pero no había nada, solo un charco de agua cerca de la herida que había causado al titán. No tenía sentido sentir el agua para luego no encontrarla. Mientras seguía pensando en ello no se percató de que un grupo de esqueletos habían sido reducidos a cenizas delante de él y las fechas eran destruidas con un solo mandoble.
Por su estupidez fue nuevamente golpeado tirándolo de nuevo al suelo donde sentía esas burbujas en el estómago. No lo entendía, incluso llegó a plantearse estar enfermo por algo que le hayan metido mientras estaba en coma. Pero como si fuese una gran iluminación algo llegó a su mente. - Claro, ¿cómo he podido ser tan idiota?
él se rió haciendo que el titan se extrañase un poco. - ¿Qué pasa semidiós? - Dijo Prometeo. - ¿Acaso te volviste ya loco?
- Puede ser. - Dijo Percy. - Porque para que yo no notara que hay un acuífero subterráneo por aquí es de locos. - Dijo con una sonrisa confundiendo aún más a Prometeo. - No te preocupes, yo te explico que es eso. Un acuífero subterráneo es un amasa de agua salina que se almacena debajo de la corteza de los continentes. Es decir, ahora mismo estamos encima de una gran masa de agua que está debajo de la tierra y que está deseando ser usada por mi.
El titán tras escuchar eso abrió mucho los ojos para luego dar un salto. Percy había formado un montón de boquillas en la tierra con un ligero temblor haciendo así una salida perfecta para el agua que estaba bajo tierra. Mientras que su enemigo estaba en el aire diez chorros de agua que parecían estar a presión fueron disparados al titán de las profecías. Por suerte pudo esquivarlos pero no contó que el agua que había salido se acumuló encima de él como una gran esfera de agua que contenía muchos litros de agua. Cundo tocó tierra miles de vectores de agua en forma de estalactitas que se clavaron en la tierra buscando a su enemigo.
- Aún que no me guste sigo siendo hijo de Poseidón. - Dijo Percy un poco enfadado por su parentesco. - Pero ahora sabrás porqué tengo la fuerza de un dios. - Sin más mandó al agua correr hasta que estuvo al rededor del titan aprisionándolo en un cubo perfecto de agua, apagando el cuerpo de este. - Ahora sufre tu castigo. - Posa su mano en el cubo de agua congelando todo el líquido, desde el centro hasta el exterior aprisionando a Prometeo en un cubo de hielo. - Deberías haberte rendido. Pero bueno, quiero que la mayoría se quede aquí para vigilar al prisionero, Luke, Annabeth, Bianca, Nico, Jason, Reyna, Carter, Sadie y Zöe venid conmigo a buscar a Cronos, ya es hora de acabar con esto.
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Bueno, feliz año a todos los que lean esto, espero que os vaya bien y quiero decir que ya empieza la batalla final.
Espero que os haya gustado hasta la próxima.
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Percy Jackson el señor del invierno
FanficSally se ve obligada a abandonar Estados Unidos porque Poseidón repudió a Percy, haciendo que sea más vulnerable a los monstruos, ella se va a Vancouver, pero un día, una jauría de perros del infiernos la atacan hasta casi matarla. Con sus últimas e...