Percy Jackson el señor del invierno

Vuelta a casa

La partida de poker terminó. Y como prometió Shane, liberó a todos los que tenía presos en su cartas. Al liberarlos hubo un brillo muy potente que obligó a todos los que estaban presentes en esa mesa, y cuando Percy abrió los ojos pude ver un montón de criaturas como nereidas, nayades, driades y ninfas que se podía ver que eran luchadoras experimentadas al tener una buena masa muscular y diferentes armas como espadas, lanzas y arcos. También pude ver al semidiós rubio que perdió antes la partida acompañado de un chico de pelo negro y piel pálida que no paraba de mirar a su alrededor muy extrañado por lo que había pasado.

- ¡Nico! - Dijo Bianca con lagrimas en los ojos para ir a abrazar a su hermano menor. - Estaba tan preocupada. Pensé que nunca volvería a verte.

Él chico, que debería ser Nico, abrazó a su hermana y le dio unas pocas palmadas en la espalda. Después de un buen rato se separaron y Nico miró a los semidioses con una cara extrañada.

- Oye Bianca. - Dijo Nico para llamar la atención de su hermana. - ¿Quienes son estas personas?

- Deja que te los presente. - Dijo ella con una sonrisa. - Este chico se llama Grover, es un sátiro, como esas criaturas que hay en tus cartas. - Dijo ella y como si le estuviese dando pie a Grover, este se quitó los pantalones que llevaba para mostrar sus cuartos traseros de cabra haciendo que el chico flipase en colores por lo que veía. - Mientras que ellos son personas un poco más importantes en el mundo de tu juego. Ella es Zöe, la teniente de las cazadoras de Artemisa; Este es Luke, un hijo de Hermes que nos ha ayudado a rescatarte; Esta chica es Annabeth, hija de Atenea que nos acompaña; y el último pero no menos importante Percy, el que con ayuda de Luke, han conseguido rescatarte.

Nico estaba callado para procesar todo lo que había pasado en ese pequeño espacio de tiempo. Tras un rato fueron a recoger sus cosas de sus habitaciones para ir de vuelta a su hogar. Tras una media hora de alistarse fueron todos a recepción.

- Muy buenas. - Nos dijo el recepcionista. - os recomiendo que acudáis al espectáculo que habrá en el auditorio. Tenemos un mago que ha triunfado en todas sus actuaciones hasta la fecha. Luego podríais disfrutar de un bufet libre que habrá justo después del espectáculo de magia. - Dijo con una gran sonrisa.

- Los siento pero veníamos a devolverle las llaves de nuestra habitaciones, nos tememos que ir. - Dijo Luke causando una cara de tristeza al recepcionista.

- Oh valla. - Dijo el recepcionista en un tono muy triste. - Lamento mucho oír eso. Espero volver a verlos en otro momento. Nosotros asentimos y entregamos las llaves que tenían forma de tarjeta.

Salimos a la calle para descubrir que era por la tarde, a unas pocas horas del anochecer. Esto extrañó un poco a los semidioses, ellos entraron en el hotel al mediodía y no habían estado mucho tiempo dentro de ese hotel. Cuando decidieron obviar el tema del tiempo fueron a buscar el coche en el que habían llegado, pero no lo encontraban por ninguna parte.

- Yo recuerdo haber aparcado aquí. - Dijo Zöe con un tono enfadado.

- ¿A caso nos han robado el coche? - Preguntó Grover solo para recibir un encogimiento de hombros de la teniente de las cazadoras. - Ese es el coche que me regaló Quirón por mi decimosexto cumpleaños.

- Chicos. - Dijo Annabeth para llamar la atención de los demás hacia un cartel que estaba sobre la acera. - Aquí pone que los coches aparcados en esta zona por más de veinticuatro horas serán retirados.

- Pero, ¿Cuánto tiempo hemos estado dentro del maldito hotel? - Dijo Percy muy sorprendido.

- Percy, esa lengua. -Dijo Zöe corrigiendo al hijo de la diosa de la nieve.