Percy fuera de combate

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Todos se había quedado quietos al ver la gran entrada de Atlas en escena, parecía más un vídeo para hacer gracia que otra cosa, pero estaba ahí. Quitando su entrada, el hecho de que estuviera presente delante de los semidioses no era nada gracioso, es más, es un problema grabe, tenían que asegurarse de que no volviera para contar su posición.

- Vaya que serios están todos. - Dijo el titán que sujetaba el cielo. - Pero bueno, hagamos un recuento de lo que tenemos por aquí. Un hijo de Hermes, Una de Atenea, dos de Zeus, dos de Hades, una de Atenea, y los dos más raros de la colección. - Dijo para luego dirigir su mirada a Percy y Zöe. - Mi propia hija y el hijo de Quíone, estoy deseando ascender.

Tras decir eso, Atlas sacó una lanza de su espalda y se posicionó en una pose ofensiva. Definitivamente habrá que luchar contra el lugarteniente de Cronos. Todos se miraron entre sí, y les pareció un poco raro que no se haya traído una manada de monstruos con él.

Sin previo aviso Atlas saltó en la dirección en la que estaba Zöe, al parecer quería venganza por lo que le hizo por Heracles. Alzó la lanza por encima de su cabeza con la intención de apuñalarla en alguna parte de su cuerpo, pero fue interrumpido por Thalia que le había lanzado un rayo que logro alejarle un poco de su hija. Percy no perdió tiempo y se preparó para lanzarle una ráfaga de hielo que rompió con su lanza, pero una flecha plateada le acertó en el hombro izquierdo haciendo que soltara su agarre de la mano izquierda por el dolor que le había causado.

Atlas estaba molesto, miró a su hija con odio, no solo le había traicionado hace siglos sino que ahora se atrevía a clavarle una flecha en el hombro. - Buen disparo. - Dijo Percy. - Aunque un disparo en la rodilla hubiera sido mejor.

No pudo decir más ya que Atlas había cogido con su mano sana todo el mueble de la recepción para tirarselo a los semidioses, aún que estuviera herido seguía teniendo esa fuerza descomunal que no dudaría en usarla  para acabar con ellos. Todos se separaron lo suficiente unos de otros para que no pudiera acertar a más de uno si lograba conectar el golpe, Todos estaban rodeando al titan, pero ninguno se atrevía a mover un musculo. Obviamente estaban midiendo las fuerzas del contrario. Tras unos segundo de observarse Nico clavó su espada en el suelo haciendo que unos cuantos zombies y esqueletos sacaran a Atlas a la calle para que el lugar en el que residía el Olimpo no sufriera más daños.

Una vez ya en la calle se podía ver una imagen muy graciosa de Atlas gritando barbaridades a zombies y esqueletos que destrozaba con su lanza, pero como no podía matarlos seguían peleando, aunque estuvieran desmembrados. La imagen actual del titán era de unas cuantos brazos subiendo por sus piernas mientras que un torso esquelético lo sujetaba por la espalda. Pero esa situación duró poco tiempo, ya que con un barrido con su arma logró liberarse del agarre de sus enemigos no muertos. - Todo muy divertido y eso. - Dijo el titán con una sonrisa. - Pero si no hacéis algo vosotros no será tan divertido.

Ante tal comentario Zöe junto con Thalia y Jason lanzaron flechas y rayos hacia su enemigo que lograba evitar y destrozar con relativa facilidad, causando así la frustración de los semidioses. Con una mirada Annabeth mandó a Luke y a Nico a los lados mientras que con Percy se situaba delante de Atlas. Con una señal de la hija de Atenea Percy creó estacas de hielo que lanzó a Atlas mientras que por sus lados Nico y Luke saltaron al ataque con sus espadas en ristre para cortar en tres porciones al lugarteniente de Cronos, pero nada surtió efecto porque con el cuerpo de su lanza logró librarse de todos los que lo atacaban.

Todos estaban enfadados por lo que estaba pasando con el titán. Por ahora todo lo que han intentado había fracasado, al parecer Atlas no era todo músculos nada de cerebro, tenía incontables batallas a sus espaldas que ellos nunca podían superar ya que eran inexpertos comparados con él.

Percy Jackson el señor del inviernoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora