Percy Jackson el señor del invierno

Una batalla por la libertad

Todos estaban reunidos en la sala que había antes del patio intentando idear una arcoiris para poder contactar con Annabeth para que les ayudara a planear una estrategia para poder derrotar a todos los semidioses que estaban en el patio junto con kampe y salir ilesos de la cárcel.

Tras unos minutos lograron ponerse en contacto con la hija de Atenea que los recibió con una sonrisa. - Hola chicos, ¿Qué pasa?

- La versión corta es que estamos en la cárcel y queremos libertad. - Dijo Luke causando una sonrisa en la chica. - Queremos derrotar a los quince semidioses que hay en el patio, y por cierto, kampe está con ellos.

- Bueno, eso es más difícil. - Dijo la chica mientras comenzaba a morderse las uñas mientras pensaba en lo que podían hacer para poder salir. - Podéis hacer un ataque sorpresa para poder luego menguar las fuerzas de vuestros enemigos.

- Es una buena idea. - Dijo Percy mientras pensaba en ello. - Podría congelar el suelo para congelar así unos cuantos semidioses para que luego nos concentremos en los que son más fuertes como para librarse del suelo.

Todos asintieron y cortaron la transmisión que tenían con Annabeth para luego acercarse a la puerta del patio donde estaban todos los enemigos haciendo ejercicio siendo supervisados por la carcelera kampe. En ese momento Percy posó su mano en el suelo para congelar la extensión de superficie que se adentraba en el patio. pero no surtió efecto ya que kampe dio la voz de alarma para que los quince semidioses se pusieran en guardia.

- Mierda. - Dijo Percy cuando los semidioses se enteraron de su presencia. - Si no salimos con vida de esta, Bianca quiero que sepas que te quiero.

Ella se sobresaltó un poco, pero logró concentrarse en la pelea que tenían que hacer ahora. Los semidioses rebeldes  cogieron unas espadas que tenían mientras que kampe los miraba con su látigo.

- Muy bien. - Dijo Luke  mirando a todos los enemigos que había. - Hay dieciséis y nosotros somos cuatro, creo que podemos con ellos.

Todos asintieron y saltaron a la batalla. Luke fue directo a un grupo de semidioses que estaban sin camiseta fardando de músculos como si fueran chulos de gimnasio sin cerebro. Luke comenzó con un tajo lateral que unos de los musculitos los bloqué para que otra le diese un puñetazo en las costillas de Luke causando que el hijo de Hermes sufriese un dolor que se extendía por todo su pecho. Ese momento fue aprovechado por uno de los musculitos para intentar darle un tajo con una da sus espadas que falló porque Luke dio un salto hacia atrás.

Cuando estuvo a una distancia prudente de los cuatro semidioses a los que se estaban enfrentando para poder decir una palabra. - Maya. - Dijo Luke para que de sus zapatos seliesen una pequeñas alas que puede usar para surcar los cielos lejos de estar fuera del alcance de los musculitos.

- Oye Mike. - Dijo uno de ellos. - ¿Cómo llegamos hasta ese tío?

- No lo sé Robert. - Dijo el que se debería llamar Mike. - Pero si quiere pelear tendrá que bajar.

Y como dijo el semidiós la pelea continuó pero a favor del hijo de Hermes ya que este bajaba en picado para dar estocadas. Tras unos minutos, la batalla fue mejor para Luke. Cuando un musculitos intentaba dar un corte a los zapatos de Luke, este aprovechaba para hacer una maniobra para darle un golpe con la empuñadura de su espada en alguna parte de su cuerpo causando fracturas y contusiones.

- Esto duele Mike. - Dijo otro de ellos con una muñeca amoratada por los golpeas que le había dado Luke.

- Deja de quejarte. - Ordenó Mike.

Después de decir eso saltó hacía Luke con intención de apuñalarlo, pero su intento fue fallido ya que Luke bloqueó su espada para dearle una patada en la mandíbula haciendo que este que cayese al suelo con un labio roto y con cara de estar enfadado con la vida que tiene.