IV

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A sus veintisiete años, Minseok se consideraba una persona por demás tolerante y consciente, amorosa y llena de esa parte humanista que todo médico de profesión debe tener.


En los últimos días esos dones se habían puesto a prueba y es que bueno...


— Doctor.... ¡ Me muero !


— ¡Oh por Galeno! ¿Qué tienes Jongdae?



— Me muero... Me muero...



— ¿Por qué te mueres?



— Me muero por besarte, dormirme en tu boca...


— ¡ Kim Jongdae! Te juro que no más me consiga un bisturí te perforaré esas suavecitas mejillas tuyas.


— Eso...



— Jongdae... No llores, yo bromeaba... Es solo que me desesperas y...


— ¡ Eso es lo más lindo que le han dicho a mis mejillas!



—¿Qué? No, yo...¿Qué?



— Así que piensa que son suaves.


— Yo no...eso no era...



—Dígame, ¿quiere tocarlas? Hablo de todas mis mejillas.

Entre dinosaurios y doctores | ChenMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora