Entre dinosaurios y doctores | ChenMin

XXVI

— Los planes han quedado listos, ¿puedes informarle al director Jo?

— Deberías hacerlo tú, a diferencia de tu novio, el mío tiende a ser un salvaje cuando estoy con el director.

Pese a que habían pasado un par de semanas desde que Minseok había aceptado formalmente a Jongdae como su novio...

El hecho de decir aquellas palabras lo hacían sonrojarse.

—Minseok...

—¿Ah? Y-Yo... Sí, yo le aviso al...

— No puedo imaginar qué es lo que te ha hecho Jongdae para tenerte en las nubes.

—¿Eh?

— Es obvio, desde que son novios, estás más en otro mundo que en este y es normal, cuando uno inicia es todo miel y corazones.

—¿No te pasa con JongIn?

Y la sonrisa genuina de Kyungsoo en esos bonitos labios le hizo ver cuánto puede influir el amor en la vida de una persona.

—Me pasa...desde el primer momento en que lo vi, con la cara verde y apunto de vomitar... Así, justo como ese día que saliste de tu consultorio gritándole a Jongdae y por primera vez te vi saliendo de esa tranquilidad tuya.

—¿Qué?

—Es obvio, tú no solo quieres a Jongdae, tú lo amas.

El palpitar en su corazón, la ferocidad con la que su sangre se movía hacia su rostro lo delataba.

—¿Cómo sabes?

—Porque solamente la persona que amas, es la que será capaz de hacerte hacer cosas que nunca habrías imaginado hacer. Eso es amor, alguien que te mueva de tu zona de confort.

Y quizá no lo había dicho, no como Jongdae, pero tenía que planear como expresar algo tan importante al hombre que sí... Había enamorado cada latido de su corazón.