Minseok estaba escondido tras un cimiento del pasillo. Sus ojos se movían de un lado a otro, esperando no verlo.
— Mm...
Y es que no sabía cómo afrontar a Jongdae.
— Parezco adolescente...
Sin embargo, mordiendo su la inferior camina rápido, lo más silencioso que puede, rumbo a su consultorio.
Unos cuantos pasos más y estaría dentro. Le pondría seguro y así evitaría que...
— ¡ Minnie!
La voz de Jongdae hace que su cuerpo se paralice. Toda la sangre se drena hacia su rostro y el corazón le late tan rápido que piensa estallará. Se paraliza totalmente que puede sentir como el sudor baja por sus sienes.
— D-Dae...
—Te estaba buscando. Le pregunté a Kris, Kyungsoo y hasta a Sehun por ti y me dijeron que si habías venido a trabajar.
Minseok asiente y ruega a todos los cielos que Jongdae no busque verlo a los ojos, pese a que sabe, está a punto de hacerlo.
Siente el toque de la mano ajena sobre su hombro y como poco a poco lo ayuda a dar una media vuelta.
Minseok cierra los ojos con fuerza y está plenamente seguro que ni las manzanas de mejor calidad podrían estar tan rojas como él.
— Oh, Minnie, ¿qué tienes?, ¿tienes fiebre?
Intenta negar pero la mano de su novio ya está tocando su frente y eso hace que abra los ojos.
Mierda. ¡Que bien se ve Jongdae con ese traje azul!
— ¿Minnie?
Minseok se muerde el labio con fuerza e intenta desviar la mirada, pero Jongdae toma su barbilla para evitar que lo haga.
— ¿Qué te sucede?
Sí, ¿qué le podría suceder?
Para un hombre reservado, tímido, lleno de dudas... Para un hombre que la noche anterior estaba en medio de los brazos de ese bendito ser que lo mira preocupado.
Para un hombre que acaba de recibir una propuesta de matrimonio en medio del mejor sexo de su vida.
¿Qué podría pasarle más que morirse de la pena?
Después de despertar Minseok estaba adolorido, lleno de mordidas.
La piel le ardía de las caricias.
Y entre tanta meditación, el recuerdo de Jongdae sobre él, moviéndose lentamente y hablándole fijamente... Pidiéndole que fuera su esposo.
Aquello era demasiado para Minseok.
— Yo...
Minseok suspira apenado. Cierra sus ojos de nuevo y el tacto de su novio le quema. Le hace sentir tan bien, pese a ser solo un roce en su mentón.
Por Dios, Minseok estaba ardiendo de deseo más que cualquier cosa.
Su erección, oculta bajo la bata, palpita ansiosa, necesitada de los buenos tratos de Dae. Siente un cosquilleo que se expande por su piel y como su respiración se acompasa.
Y jadea demasiado sexoso.
— ¿Acabas de...
Sí.
Acaba de casi gemir por un estúpido toque. Acaba de jadear porque desde que llegó al trabajo no ha hecho más que pensar en Dae y el momento en que lo tomó por completo.
El solo recuerdo, la sola sensación de volver a hacerlo lo...lo hizo casi venirse en los pantalones.
Minseok no podía estar ahí con una erección en medio de una consulta a sus pacientes.
Evitarlo había sido el plan
La expresión de Jongdae es un verdadero dilema por segundos, pero después de estos, una espléndida sonrisa se dibuja en sus labios.
— ¿Algo que quieras decirme, Minnie?
— Yo...
— ¿Tú?
Maldito Jongdae y esa mirada tan penetrante. Maldito perfume que lo hacía oler exquisito.
Estúpida calentura.
— Tó-Tómame...
—No te escuché, mi amor...
— ¡Mierda Jongdae, solo fóllame!
•••
Mucho love love a la pareja más real del mundo 💙
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Entre dinosaurios y doctores | ChenMin
FanficJongdae había estado enfermo. Minseok fue su doctor. Dicen que en la prehistoria no habían doctores. Dicen que en el presente no hay dinosaurios. - ¡ Ah waeeeee! - ¡Deja de correr! ¡Tengo que ponerte la inyección! •••••• Vivencias de un doctor que...