XXXV

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— Uhm.

— Minnie...


— No Jongdae, déjalo.




— Pero Minnie, es que necesitaba hacerlo, además, Baekhyun...


— Sí, ya sé que debías hacerlo. Y sí. Me imagino que Baekhyun, tu querido Baekhyun era la única opción.




— ¿Estás...




— ¡ Ni se te ocurra decir que estoy celoso !



— Pero Minnie, mi amor...estás actuando como si lo estuvieras.




— Claro, ¡obvio! Si alguien viene, te roba la atención de tu novio, se mete en medio de una cena especial e incluso tu mismo novio le da más tiempo a él que a ti, ¿no actuarías así?



Baekhyun había aparecido un día en el hospital y se había llevado a Jongdae para una reunión.

Demasiado coqueto.

Eso era la que atacó la mente del médico que se limitó a ser amable.

Pero con el paso de los días. Aquel hombre se la pasaba pegado a SU Jongdae, a su novio y se lo robaba de su lado.


Puede que Baekhyun era su nuevo inversionista, pero ante Minseok, no era más que un atrevido, trepador, hijo de pu...


— Pero Baekhyun está casado.


— ¿Qué? Pues pobre de su esposo, tiene a un trepador como esposo y...


— Minnie, amor, en serio...¿crees que Yeol estaría bien si así fuera?



— ¿Eh?




No lo culpen.

Bueno, sí, pero es que Minseok se puso tan molesto cuando vio el atrevimiento de ese hombre para con su novio mientras estaban en la oficina, que nubló por completo su cordura.


Y eso también evitó que preguntará cosas sobre el chico afeminado que se atrevía a sonreírle coquetamente a su novio.



— Mi amor, Baekhyun era mi mejor amigo, como un hermano. Pero se fue de viaje con Yeol, el tipo grandote de finanzas y acaban de volver.



— Uhm, eso no quita que sea un coqueto.




— Él estaba midiéndote. Quería saber que han buen chico eres para mí.





— Es imbécil... ¡ cómo se le ocurre!



A Jongdae le hace gracia, le hace tanta ternura ver a su novio perdiendo el control. Negando que los celos lo atacaban y eso demostraba lo tierno y dulce que podía llegar a ser el médico con esa faceta de adolescente enamorado.




—Desgraciado.



— Minnie...



— ¡No ! Ese hijo de puta me va a escuchar. Estúpido con ese "cabello de helado de fresa". ¿Quién en su sano juicio se pinta el cabello de rosa?



— Me alegra que no seas celoso, mi amor.

Entre dinosaurios y doctores | ChenMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora