LXXV

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— Eres el amor de mi vida, y no es la típica frase cliché. Desde el momento en que te volví a a encontrar, quise que nuestro "para siempre" iniciará ya. Kim Minseok, prometo ser el desastre de tu vida, hacer mil y un locuras para que siempre rías y que cuando al despertar en las mañanas de después de una noche apasionada, me mires con esos bonitos ojitos y pienses que soy todo lo que necesitas en la vida. Prometo tocarte más que el trasero por el resto de mis días, y darte de mi energía si algún día lo necesitas. Prometo escucharte, cuidarte, dejar que me inyectes, mimarte, no hacerte spoilers, adorarte, amarte y ser digno de vivir en tu hermoso corazón que es y será mi único hogar.




La argolla de oro se desliza por el dedo anular de Minseok, quedando justo sobre la de compromiso.





Las lágrimas le hacen ver borroso a su novio, pero es capaz de mirarlo fijamente a los ojos cuando suspira nervioso y se limpia una gota de sudor.




Sonríe, porque Jongdae está sosteniéndose en el altar después de hablar.



Es su turno y tiempo, ahora toma la mano fría de su amado y no sin antes dejar un suave beso sobre su dorso toma la argolla dorada para confesarlo ante él.





— Nunca pensé que iba a terminar casándome con mi paciente más impaciente. No tuve tiempo de detenerme a pensar las cosas y me alegro de nunca más tener que hacerlo. Kim Jongdae, prometo amarte y respetarte por toda mi vida, ser el medico no solo de tu cuerpo, sino de tu corazón. Quiero presumirte ante todos y defenderte de los niños que te molestan en el parque. Tener la paciencia suficiente y aceptarte con todo el paquete de locura y rarezas con las que vienes incluido. Yo ... Nosotros prometemos amarte por siempre, yo como esposo y ellos, sé que lo harán como padre. Te amé antes, te amo ahora, te amaremos siempre.




— ¿Me amarán ..




— Kim Jongdae, ¿aceptas como tu legítimo esposo a Kim...



— ¿Has dicho... Estás diciendo... O sea...que...No manches...




Minseok deja caer sus lágrimas y puede ver fijamente como un azorado Jongdae se acerca por completo a él, siente la calidez volverle al cuerpo y como sus mejillas están siendo sostenidas por sus manos.





— ¿Estás...



Minseok asiente y Jongdae lo observa detenidamente mientras las lágrimas comienzan a bajar por sus mejillas.





— Vas a ser padre...





— ¿Con bebé y todo incluido?





— Con dos bebés y todo incluido...





— Dos...



Fueron dos los segundos que Jongdae necesito para besarlo y mandar al diablo al sacerdote,para tomar por la cintura a Minseok y alzarlo con cuidado del suelo, para darle una vuelta y terminar apretándolo entre sus brazos, y el ruido de los aplausos llenando el lugar.





— Señores...



—¡OBVIO QUE SI ACEPTO! YO ACEPTO, ÉL ACEPTA Y YA  CÁLLESE! ¡¿NO VE QUE VOY A SER PADRE?!





— Dae...




— Voy a ser padre....¡VOY A SER PADRE! Voy a ser un jodidamente feliz padre...



— Mi amor...




— Señor Kim, está usted en la casa del Se...



— Oh mierda, yo te amo con todo mi ser Kim Minseok...




Un beso, otro más. 




— Ah...ante Dios y los presentes, los declaro marido y hombre, puede...puede seguir besando al novio...




— Hasta que dice algo bueno.




— ¡Dae!





— Shh. No le grites a tu esposo y mejor bésame ahora que el monigote este nos dio bendición y todo.




— Idiota, te amo.





— No tienes idea, ni la más mínima, de cuánto te amo, los amo yo...



No, Minseok no la tenía, pero con Kim Jongdae como su esposo, cada día lo averiguaría...

Entre dinosaurios y doctores | ChenMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora