XLIV

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— ¡Vengo a contarles unas súper noticias que se les van a caer las nalgas... ¡Awaee!, no manches,  ¡ya se las contaron!






Jongdae entra feliz a la casa de sus padres, Junnyeon lo mira arqueando una ceja. Su padre se empieza a reír con tanta fuerza que es el pobre Junmyeon quien recibe las fuertes palmadas en su espalda.






—  ¡Ya Jongdae!






— ¿Qué onda, Junmercindo?







— ¡Papá! ¡Dae me está molestando!







— Ya, ya hijos. ¿Qué nos ibas a decir Dae?






Jongdae sonríe y terminar por acercase a sus padres y hermano, se cuelga del cuello de este último y planta un sonoro beso en su mejilla.









— ¡Que asco! ¡Mamá, Dae me embarro sus babas!







— O sea, ¡mis babas son súper mega especiales! Pregúntale a Minnie, a él si que le gusta sentirlas.







— ¡Mami!







— Jongdae, no ventiles tu vida sexual mientras comemos.






— Gracias mami...






— Para eso está la sala.








—¡Mamá!







— Ay mi amor, ¿no haces eso con Xing?







—Sí, digo...no ... Mejor ya no digo nada.





Junmyeon no entiende ni a sus padres ni a su irreverente hermano, así que solo opta por callarse y comenzar a comer antes de que Jongdae empiece con sus asquerosidades.








— ¡Bueno familia linda! Papá hermoso, mamá preciosa...Junmercindo...¡Quiero decirles que me les caso!







— ¡¿Qué?!








—¿Eh?







—Estás drogado.








— No. No. Para tu información, mi preciado y adorado hermano, que encontraron en la basura y te adoptaron...







— ¡Tú eres el adoptado!








— Te caíste de chiquito, por eso no recuerdas.









— ¡Soy mayor que tú! ¡Mami!








— ¿Con quién te casas?







La voz seria de su padre logra interrumpir la batalla entre Junmyeon y Jongdae.








— Pos con el amor de mi vida. La media naranja de mi limón salvaje. Mi muñequito de porcelana. Mi mejillas de ardilla, el par de mi chancla, el puerto USB de mi memoria.






— ¿Y en serio te aceptó? ¿No lo sobornaste?








— ¡ Pa'!







— Yo no más digo.







— Hijo, me alegro mucho de que vayas a casarte, Minnie es un amor y estoy segura de que podrá encaminarte en el camino del bien y reformarte de todas tus idioteces.







— Gracias por las bendiciones, mami.








— Bueno. Pues si Minseok se avienta el paquete y quiere sacar a uno de mis pollos del corral, pues que así sea.







—¡Pa'!







— ¿En serio no lo sobornaste?








— Lo hice, pero no te voy a describir detalles de la noche que tuvimos en su apartamento mientras tragas.







Jongdae sonríe feliz cuando su hermano casi se ahoga con el agua.








— ¡Kim Jongdae!







— ¡Mamá, Junmercindo me quiere pegar!








Jongdae está feliz porque dar la noticia ha sido más fácil y mejor de lo que creía.

Entre dinosaurios y doctores | ChenMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora