Entre dinosaurios y doctores | ChenMin

LXIV

— Digo que uses la tanga de hilo dental con estampado de leopardo.

Junmyeon está comiéndose un mango con sal, chile y limón.

— O sea, no mames, ¿cómo me voy a poner eso? Minnie se me infarta y yo quiero a mi esposo conmigo por muchos muchos años...hasta...

— Hasta que sean viejitos y usen bastoncito.

Yeol se cruza de brazos mirando las revistas de ropa interior para hombre que están hojeando.

Jongdae quiere algo varonil, sexy e imponente, sobre todo imponente, porque sabe que Minnie usará algo divino, pequeño y de encaje.

A Dae se le hace agua la boca.

— Tengo curiosidad...¿cómo te enamoraste de Minseok?

Yeol mira atento a Dae, este se sienta tomando la bolsita de gomitas con chamoy.

— Bueno...fue cuando tenía doce años...

— Pensé que conocías a Minseok desde hace un año y medio...

— De hecho, mi hermano y mi cuñado se conocen desde hace catorce años...desde entonces están enamorados.

— ¿Qué? ¡Por qué nunca lo vi! ¿Y qué pasó con el chico que tanto te gustaba de adolescente...

— Bueno...

Junmyeon sonríe mirando a su hermano chuparse los dedos para dar la explicación que más le gusta.

Cómo conoció y se enamoró de su precioso, hermoso y chulísimo bebé.

— Pos sucede, mi señor poste con patas, que el chico del que estaba flechado en la adolescencia y Minseok, mi Minnie, mi bebé... Mi bolita de amor, mi cosita tierna...

Jongdae suspira y se sonroja.

— Son la misma persona...

— Por Dios ... O sea...

— Minseok es literal, el amor de mi vida.

— ¿Cómo...es...wooow.... No puedo...¿Cómo?

— Todo comenzó cuando mi madre...

Yeol deja de lado las revistas para escuchar a su amigo hablar tan animado, sonrojado y con los ojos brillando de emoción.

Faltan 27 días para la boda.