Entre dinosaurios y doctores | ChenMin

XII

— Hyuuuuung...

— Jongdae, tengo cita con el señor Lu Han, ¿podrías dejarnos solos?

— No lo creo.

— Disculpe señor Han, mi amigo tiene problemas mentales, y necesita estar con alguien siempre, desafortunadamente...me toca a mí llevar esa carga.

El señor Han, un hombre guapo y de aspecto refinado asiente sonriendo con esa frescura que momentáneamente paraliza a un Minseok que intenta calmar sus gritos internos.

— ¿Entonces está aquí porque le duele la barriga? ¿Tiene diarrea?

— ¡ Jongdae!

Y Dae no era tonto, porque había notado con mucha molestia como SU doctor atendía demasiado bien a ese pacientucho.

— Bueno, bueno, tiene "evacuaciones frecuentes", Minnie, dale una loperamida y santo remedio.

— Es muy amable, señor Jongdae.

— Sí, lo sé, todo el mundo me lo dice, ¿verdad Minnie?

—Por enésima vez... ¿Podrías dejarnos solos? Necesito revisar al señor Han...

—No.

— Jongdae...

—No se preocupe doctor Kim, no me molesta que su novio se quede, entiendo que debe ser molesto que alguien pase tiempo a solas con la persona que te gusta.

— Espere...¡no! O sea, no, ¡esa bestia no es mi novio!

— Oh, vamos mi amor... Atiende al paciente, se te puede morir y ¿pa' qué quieres?

Y aunque Minseok lo negara, y quisiera seguir negándolo, había un pequeño brote de emoción en su pecho al ser emparejado con el pejelagarto coreano.

Y bueno, el señor Han no era tan atractivo como los abdominales de Jongdae.