Jongdae había estado enfermo.
Minseok fue su doctor.
Dicen que en la prehistoria no habían doctores.
Dicen que en el presente no hay dinosaurios.
- ¡ Ah waeeeee!
- ¡Deja de correr! ¡Tengo que ponerte la inyección!
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Vivencias de un doctor que...
Las manos inquietas del cumpleañero se deleitan en la bonita curva de sus glúteos.
Sonríe de lado y desliza sin pudor alguno sus dedos entre la suave abertura que hace unos momentos acaba de profanar.
— Amor...Ah...
No hay nada como escuchar a Minseok gemir así, quedito mientras sus labios rositas se abren y esos ojos brillantes se humedecen del placer que su cuerpo siente aun víctima del orgasmo.
— Dae... Ah...
Dae se relame los labios, desliza los mismo sobre la curva de ese cuello lleno de marcas y mordidas que el mismo se ha encargado de hacer.
Sus dedos traviesos se hunden en la calidez y palpitar de su interior.
Se siente caliente y húmedo. Tan suave y estrecho que su sexo de solo volver a recordar la estrechez, brinca ansioso.
— Gime... Gime mi amor...ese es el mejor regalo de hoy, verte gemir...
— Ah...
Minseok no se calla.
Sus labios dejan salir esos gemidos que van en aumento y Dae se siente en el paraíso cuando Minseok se arquea y hunde su rostro contra su pecho, gimiendo así...
Quedito. Sutil. Sexy y caliente.
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¡Feliz cumpleaños a nuestro Chensaurio ♥!
Uno de mis dulces bias ♥
Y gracias a todas las personitas que siguen está historia, ustedes hacen que todo valga la pena.
Un millón de besos lunáticos ♥
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