Entre dinosaurios y doctores | ChenMin

XX

— Pensé ...pensé que jamás...iba a alcanzarte, mierda... ¡Corres más rápido que Usain Bolt!

Jongdae está sudando, apenas y logra tener algo de aire en sus pulmones por la carrera que ha hecho.

— Vete. Déjame solo, Jongdae.

Y ver esos ojitos almendra llorosos, esa mirada llena de desconfianza y dolor, las mejillas rojizas y algo hinchadas a causa del llanto... Le destruyó.

No era tonto, sabía bien qué había pasado.

Pero ver a su ex ahí, la forma en que lo había encontrado después de tanto tiempo, el verlo ahí como si dejarlo plantado en la ceremonia de bodas hubiese sido un pequeño problema lo hizo estar en shock.

Algo en su pecho latió.

Por eso, cuando el hombre se atrevió a besarlo, un sutil roce, Jongdae lo dejó ser para darse cuenta de que el roce de labios no había causado nada en su cuerpo, que igual que antes, no sintió lo mismo que había sentido en aquella cita con Minseok.

Porque el médico le había hecho sudar, ponerse nervioso y casi morir de un ataque al corazón con todas las sensaciones de un pequeño beso.

Para que al abrir los ojos supiera al 100% que Minseok era lo que llaman "el amor de su vida" y darse cuenta de que había metido las cuatro patas.

— "No es lo que parece", es la excusa más tonta que puedo usar.

— Vete, vete, ¡largo Kim Jongdae!

— No, porque no voy a justificarme, pero tampoco voy a dejarte aquí llorando.

— Él te debe estar esperando, vete...

— Minnie...

— Soy el Doctor Kim, no vuelvas a llamarme de otra forma.

— Pero...

— Vete... Por favor... Vete.

Y por primera vez en mucho tiempo, Jongdae obedeció.