LXI

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— ¡Te ves hermoso!





A Minseok se le tiñen las mejillas de un  rojo bastante intenso.






— No entiendo por qué tienen que estar aquí todos ustedes...







Soo, con un vientre bastante grande, Yixing comiendo las galletitas que les habían dado y Baek, mirando un par de revistas, rueda los ojos.








— Porque es una tradición homosexual súper ancestral que los amigos de la novia lo acompañen a elegir su vestido.






— ¡Pero soy hombre!, y no estoy llevando vestido.





— Porque no quieres.








Baek deja de prestar atención para llamar a la señorita que los atiende y pedir otro traje, porque ese que trae le queda bien "guango" del trasero y no se le forma el durazno.





Minseok suspira y se mete de nuevo al probador.







— Tengo ganas de unos camarones con salsa chipotle y un guacamole con carne asadita.





Kyungsoo se ve bastante tranquilo pese a su expresión denota hambre, de nuevo.





— Ahorita que terminemos, iremos con los chicos a comer, podemos pedir que Dae nos ase la carnita y...






Baek se queda a medias, Yixing está pasándose la galleta de golpe y Soo tiene pequeñas lagrimitas en los ojos, bendito embarazo sensibilizador.







Minseok está acostumbrado al blanco, a vestir de blanco.







La primera vez que usó su uniforme de médico, sus padres lloraron.







Ahora no están sus padres, pero sus amigos se ven igual que ellos, con la carita brillando de orgullo y felicidad.






— ¿Les gusta este?







— Que hermoso te ves... Dae, sin duda, tiene mucha suerte.




Minseok arde por las palabras de su concuño, muerde su labio inferior antes de darse la media vuelta y verse al espejo.







Siempre se ha visto de blanco, pero sin duda, este tipo de blanco es el que más le gusta.






Quizá deba dejar un poquito holgado el traje del frente, si es que sus sospechas son correctas.

Entre dinosaurios y doctores | ChenMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora